Una serie de personas han protestado de que alguien haya sido excluido por la Iglesia de una Universidad Pontificia. La cuestión no debería ser si lo han despedido sino cómo estaba allí.
http://www.redescristianas.net/2014/09/13/copntra-la-persecucion-ideologica-en-la-universidad-pontifica-de-comillaspablo-iglesias-julio-anguita-juan-jose-tamayo-benjamin-forcano-xavier-pikaza-y-muchas-firmas-mas/
Pues claro que hay una persecución ideológica. Si mañana el Partido Comunista descubriera que un cargo suyo era un fascista infiltrado para socavarle haría muy bien en despedirle. Pese a la libertad de opinión. Y además eso es lo que hacen muchos ante situaciones no tan abruptas.
¿Ahora los ateos, la antiIglesia, los rebotados… van a señalar quiénes pueden estar en una Universidad Pontificia? Qué protesten es absurdo pero es igual. Como si ahora yo protestara de alguien que echa Podemos o del trato a Sosa Wagner. Mi entusiamo por el obispo de Salamanca, Carlos López, es sumamente descriptible y no pasaría de una línea escéptica. Pero ante memeces como la presente totalmente respaldando al obispo. Con bufanda o sin ella. El obispo. Es que hay gente que si las dejaran hasta nos impondría el color de los calzoncillos. Lo suyo es la dictadura. Pues deberían entender que su respaldo es contraproducente al respaldado. Porque si vosotros le repaldáis lo que no se entiende es como no le han echado, o prescindido de sus altísimos saberes, mucho antes.
Si es que los hay que merecerían una patada en sus eclesiásticos cataplines. Porque gilipímfanos como ellos habrá muy pocos no ya en Salamanca sino en toda Castilla-León. Y que en esto le respalde, señor obispo, no excluye merecidas patadas. ¿Existe usted? ¿Es sólo una imagen virtual para justificar aquello del Papa Francisco de la cara de pepinillos en vinagre? Si tiene algo que reclamar, al Santo Padre. Que le ha delatado. Pero es que además de la cara tiene usted la diócesis hecha unos zorros. Igual si renuncia vive usted más feliz. Aduciendo enfermedad. Porque su insuficiencia mitral es manifiesta. Aunque en esta ocasión haya tenido una última actuación como debía. Los moribundos tienen a veces un momento de lucidez. Si él le sirve para renunciar a algo que le viene grandísimo, si fue cosa de Rouco, otra equivocación del cardenal, pues vaya a descansar en paz.