«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El obispo de Mallorca no quiere rectificar

 Pues va a quedar muy mal

Quien sostiene lo que el sacerdote Antonio Vera manifestó en la prensa no puede ser vicario general de un obispo. Salvo que el obispo sea tan contrario a la doctrina de la Iglesia como su vicario. Y en ese caso quien estaría de más es el obispo. 

Usted señor obispo es evidente que carece de olfato para elegir a sus más directos colaboradores o que tiene un gafe más que notable. Nombra rector del seminario y en días le deja compusesto y sin novia. O sin rector. Nombra vicario general y también en días le deja usted a los puies de los caballos con unas declaraciones impropias de un simple sacerdote y no digamos ya de un vicario general.

Ese vicario general es imposible. Por mucho que se empeñe usted en sostenella y no enmendalla. Y ese empeño, cada día que pasa con él a su vera, le deja en peor lugar.

Fue usted un mediocre obispo de Tortosa. Llegó a Mallorca, una diócesis masacrada por sus antecesores, cuasi en olor de multitudes. Que está dilapidando en horas. Pobre Mallorca. Tras Úbeda y Murgui, usted. A quien ya están llamando ay vera, verita, vera. 

Comprendo que le reviente reconocer su error, su inmenso error. Pero más vale ponerse una vez colorado que cien amarillo. Usted verá. Esta vez con acento en la a. 

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