Es lo que hoy parece circular por los mentideros. Y desde luego lleva ya algún tiempo con su papel en alza. Lo hemos comentado en el Blog.
En mi opinión no sería mala elección. Sobre todo en estos tiempos. Llegaría un aragonés lo que significaría romper una ya larga serie de catalanes o valencianos que ha dado muy mal resultado. El último que no lo era fue Don Marcelo en 1967, hace casi cincuenta años.
Omella, que tuvo unos inicios eclesiales sumamente progresistas ha madurado mucho y lleva ya bastante tiempo siendo un obispo muy aceptable. Tiene carácter pero también mano izquierda y don de gentes. El problema será el síndrome de Estocolmo con el que llegue. Dios quiera que, caso de confirmarse el rumor, no sea muy elevado.
Un inconveniente es que ya tiene años. El próximo 21 de abril cumplirá 69. Con lo que tendríamos a las tres más importantes diócesis españolas, Madrid, Barcelona y Valencia con pastores que se inaugurarían próximos a la retirada. Dos de ellos con sesenta y nueve años y uno con sesenta y ocho. Y que además desconocen las diócesis que les encomiendan. Cuando comiencen a conocerlas estarán próximos a presentar la renuncia.