Tenía excelente concepto del cardenal George, arzobispo ya emérito de Chicago. Lo que le ha dicho al Papa todavía me hace mejorarlo. Con enorme dignidad, no menos valentía y desde un gran respeto:
http://secretummeummihi.blogspot.it/2014/11/acaso-no-se-da-cuenta-card.html
Dios quiera que el Santo Padre medite esas palabras que le dirige un cardenal enfermo, de notable prestigio y al que ya nada le cabe esperar de los hombres. Él ya está de vuelta. O, tal vez mejor dicho, de ida hacia Dios. Cierto que en esa ida estamos todos, hasta el niño que acaba de nacer. Pero cuando ese encuetro se anuncia próximo y ya aquí no cabe esperar nada, salvo el amor y la oración de todos los que le quisieron, sus palabras reflejan ya nada más que su corazón. De pastor bueno y fiel.
En mi vida me encontraré con el cardenal George, arzobispo emérito de Chicago, lo siento. Porque me encantaría besarle la mano, con mi rodilla izquierda en el suelo, y decirle. gracias Eminencia. Por habernos confirmado en la fe en estos días recios y confusos. En la fe de la Iglesia. Desde este Madrid tan lejano de Chicago sepa usted, Eminentísimo y Reverendísimo Señor Don Francis Eugene George, Oblato de María Inmaculada, congregación que en mi España dio al cielo 29 mártires en 1936, que le admiro profundamente y rezo por usted para que en sus días en este valle de lágrimas siga confortamdo nuestra fe y para que, tras tan larga y ubérrima carrera episcopal, le reciba un día, lo más lejano posible, cuando Él quiera, con el abrazo amoroso que tiene para con quienes le han amado y han dado la cara por Él.
