http://www.elplural.com/2014/09/24/un-periodista-proximo-a-rouco-asegura-que-el-cardenal-esta-dispuesto-a-abandonar-voluntariamente-el-palacio-episcopal/
Soy abogado y licenciado en CC. Económicas, no tengo la carrera de periodismo. Soy tan próximo al cardenal Rouco que jamás estuve en su despacho ni en su casa. Apenas he cambiado algunos saludos con él. Y no creo que sobrepasaran la media docena. A la docena ciertamente no llegaron. Y sólo en una ocasión, hará de esto unos quince años, coincidí en una mesa con él, mesa en la que habría como quince comensales. Si eso es entorno o proximidad parece mucha exageración.
Con esa relación es evidente que el cardenal no me comunicó que iba a dejar el palacio. Es una conjetura mía conociendo el iter de lo que ocurrió.
El cardenal estaba convencido de que iba a sucederle en Madrid su fidelísimo auxiliar, monseñor Herráez. Y pensó que siendo tan buena la relación entre ambos era factible dejarle al nuevo arzobispo la vivienda que él ocupaba en la planta primera y acondicionarse la segunda para él. Con acceso independiente. Al torcerse la sucesión que el cardenal creía segura se torció también la residencia. Porque no es lo mismo vivir encima de una amigo que además le debe el ser arzobispo de Madrid que tener de vecino a otro arzobispo que seguramente no se sentirá cómodo con su antecesor arriba ni el cardenal con otro sucesor abajo. Por eso pienso que Don Antonio se buscará otro alojamiento.
Así que de okupa, nada. La vivienda del arzobispo de Madrid iba a quedar libre fuere el que fuere el nuevo arzobispo. Con lo que no había la menor resistencia por parte del cardenal para abandonarla. Y repito que, dado que la sucesión no salió como el cardenal quería, pienso que se instalará en otro sitio y noen otro lugar, hoy en desuso, del palacio arzobispal.
Ahora, si pensar que el cardenal fue un gran arzobispo de Madrid, con defectos como todo el mundo, me hace del entorno o de la proximidad, entonces soy proximísimo. Pero lo que no me hace es periodista.