Hay anuncios en la Televisión de los obispos que causan vergüenza ajena. ¿Cómo es posible que den cabida a esos atentados contra la inteligencia, el buen gusto y hasta la propia religión?
Entiendo que haya gente que quiera hacer dinero hasta de las estafas. Lo que no entiendo es que haya quien apoye esas estafas dándoles publicidad. Aunque por supuesto cobren por ella. Y si es la Iglesia, pue menos todavía.
En 13TV estamos viendo todos los días unos anuncios que parecen dirigidos a engañar a subnormales y que hacen befa y escarnio de la religión. Y eso en la televisión de los obispos. Mal gusto a tope, credulidades que rondan la superstición si no caen plenamente en ella, mensajes seudorreligiosos a personas con un coeficiente intelectual rayano en la subnormalidad si no plenamente incurso en ella… Y al espacio que son tres euros. Me parece repugnante. Y no se me ocurre otra palabra más descriptiva que repugnante.
La Cruz del Padre Nuestro, la decena del Rosario con piedras que no valen nada y con una imagen absolutamente hortera del Papa Francisco para que nos dé su bendición, cuando no da bendición alguna, rezar el rosario con la voz de Juan Pablo II como si eso añadiera lo más mínimo al rosario, son tres ejemplos de lo que nos obsequia todos los días y varias veces la televisión episcopal.
Eso hoy. Mañana se tratará de gilipolleces análogas. Y no se asusten por las palabras. Eso, como poco, son gilipolleces. Y seguramente algo peor.
La religión es algo muy serio como para que quieran convertírnoslo en estupideces de charlatanes de feria, en engañabobos o en supersticiones irracionales. Y todo ello desde la televisión de los obispos. Que tal vez piensen que sus fieles son unos imbéciles que no se merecen otra cosa que esos subproductos de la irracionalidad más absoluta. Pues los fieles estamos hasta el moño de tanta tomadura de pelo. Si ahora se dedican a vender esas majaderías no pueden extrañarse de que terminemos considerándoles majaderos.