¿Ganas de meter el dedo en el ojo? Da la impresión de que sí. Al menos por la lectura del artículo que le dedica Fratres in unum.:
O vento de Pequim sopra sobre as Franciscanas da Imaculada.
Cuesta trabajo entender, o más bien es imposible, como ante la tremenda crisis de la vida religiosa masculina y femenina, el prefecto de la Congregación para los Religiosos y su secretario, Braz de Avís y Rodríguez Carballo, al parecer no tengan otro entretenimiento que hacer la puñeta a los Franciscanos y Franciscanas de la Inmaculada. Sin que nadie conozca el motivo. Y más cuando buena parte de lo que tienen a su cargo agoniza. Sin que eso les preocupe lo más mínimo.
Tanto celo por hacer daño y la más absoluta pasividad ante lo que debería ser preocupación fundamentalísima deja a no pocos en una perplejidad insuperable. ¿Son unos malvados o son unos imbéciles? Incluso hasta podría ser que reunieran ambas condiciones.
¿Podrían al menos explicarnos el por qué de tal saña?