La Justicia tiene obligación de ser justa y, además, de ser proporcionada. Sensu contrario, los ciudadanos no comprenden la Justicia y aparecen los que piensan aquello de: “La Justicia es un cachondeo”, como decía un electo jerezano.
Es verdad que las decisiones de “los jueces” son decisiones humanas, falibles y que las operan personas distintas, con diferentes maneras de pensar. Pero la Justicia debe tocar como una orquesta afinada, con mecanismos de equilibrio internos, directrices y normas, usos y costumbres estables y claros…lógicos. Se trata de que los ciudadanos nos identifiquemos con el objetivo final: un país en el que los ciudadanos piensan que han sido tratado con justeza por sus Señorías, los de la toga y el mazo. Pero vamos por otro camino, el del “despiporre” judicial.
Analicemos dos casos de impacto y actualidad. El primero el de Jenaro García el “genio” de Gowex. Este hombre, que tiene millones de euros refugiados en paraísos fiscales y que reconoce haber engañado a los mercados y haber dejado en ridículo a las autoridades supervisoras de la Bolsa, no va al trullo. Sólo lo que vendió en el mercado Jenaro García (un 5% de Gowex) desde que lo investigaba la famosa Gotham City (cinco meses), suma 70 millones de euros. Retengan ese dato, porque Su Señoría Santiago Pedraz (el magistrado de la melena al viento) le impone una fianza de 600.000 euros y 15 días para llevarla y evitar ir a la cárcel. Ni siquiera le quita el pasaporte.
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Eso con un agujero difícil de estimar pero mayor de 1.000 millones y afectados en media España. ¿Cómo es posible?, Pero si a Magdalena Álvarez le impusieron una fianza de responsabilidad civil de 29,5 millones.
Se dirá: “Es que es otro juez”. SI se trata de la posibilidad de fugarse; Jenaro gana. Él tiene dinero fuera para largarse reflotando el Costa Concordia.
Lo he consultado con algunos “togas” y me dicen que la razón es que Jenaro García se auto-imputó y que colaboró reconociendo que ya hacía trampas contables -estafa o fraude- antes del período que estudia la policía judicial. Incluso entregó su móvil y su ordenador. ¿Esa es la razón? Verbigracia: Si eres inocente, te entrullarán seguro, porque no podrás auto-inculparte de nada, aunque le entregues móvil y ordenador al tío de la puerta de la Audiencia Nacional…
¿No estaremos construyendo una justicia cómoda para el “choro” listo y terrible para el que no lo es?
Otro caso de estos días: Jaume Matas, ex ministro de Aznar y ex presidente balear. Fue condenado a 6 años de prisión pero el Supremo rebajó esa condena a 9 meses y va a entrar. ¿Pero si aquí no entra nadie con condenas de hasta 2 años? Es cierto, pero este sí.
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¿Pero es que tiene alguna condena anterior que hubiera “gastado” ese crédito común de todos los españoles? La respuesta es no. ¿Entonces porque entrará Matas por 9 meses de condena? De nuevo, he consultado a los “togas” y me dicen que: “porque está envuelto en una racimo de casos judiciales, casi todos ellos derivaciones de Caso Palma (por desgajamientos que han convenido a sus señorías, pero que podrían estar en la misma causa) y porque se prevé que será condenado en ellos”.
¿Resulta entonces que la presunción de “culpabilidad futura” influye o decide que sea discriminado en el presente haciéndole cumplir 9 meses en el trullo? ¡Es de coña! Tengo por cierto que la clave cabreó que le condenó a seis años de prisión (la Audiencia de Palma)
El Gobierno se ha lavado las manos con Matas, ya saben los complejos de: “¡Dirán que le indultamos porque es de los nuestros!”, en cambio a él le ha tocado bailar con la más fea, con la Justicia. Una Justicia que debería pasar a depender de Loterías y Apuestas del Estado, visto que aquí depende de quién te toca.
