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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Arranca la campaña de las elecciones municpales en Brasil marcadas por el coronavirus

Los candidatos brasileños a las elecciones municipales de noviembre comenzaron este domingo una campaña atípica marcada por el coronavirus, la crisis económica y la ausencia de apoyos explícitos por parte del presidente Jair Bolsonaro.

Los aspirantes y sus partidos pueden desde hoy divulgar su propaganda electoral, incluso en Internet, medio que se espera que sea clave en tiempos de pandemia, y hacer campaña en la calle, bajo una serie de recomendaciones sanitarias.

La cuarta mayor democracia del mundo se sumerge así en un proceso que durará mes y medio, y que culminará con la renovación de los alcaldes y concejos en 5.568 municipios, en medio de la peor crisis sanitaria del último siglo, que aún sigue causando estragos en el país.

La pandemia, que deja cerca de 142.000 fallecidos, 335 el último día, y 4,73 millones de infectados, ya obligó al Congreso a aprobar una enmienda constitucional para aplazar los comicios, inicialmente programados para octubre y que ahora se celebrarán los días 15 y, en caso de una segunda vuelta, 29 de noviembre.

Según los últimos datos del Tribunal Superior Electoral (TSE), más de 545.000 candidatos se han inscrito para estas municipales, superando el récord alcanzado en 2016, y casi 148 millones de brasileños están llamados a las urnas.

Números que pondrán a prueba las medidas de distanciamiento aún vigentes en muchas zonas del país y que, al menos en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, no se respetaron en este primer día de campaña, con varios de los principales candidatos a la Alcaldía provocando aglomeraciones en las calles.

EL FACTOR COVID-19

La Justicia Electoral ha hecho un llamamiento para evitar mítines que «pongan en riesgo la salud pública» y que, en caso de celebrarse, sean en «lugares abiertos y amplios», donde se mantenga la «distancia mínima de un metro» y se haga uso de mascarilla. También aconsejó a los partidos no distribuir panfletos entre los votantes.

El coronavirus amenaza además la participación en las elecciones, para las que se ha creado un protocolo ad hoc a fin de evitar que los colegios se conviertan en focos de contagios.

Brasil sumó 335 nuevas muertes asociadas a la COVID-19, con lo que el balance total de fallecidos subió hasta los 141.741, según informó el Gobierno este domingo, en el que se registraron nuevas aglomeraciones en las playas y parques del país, pese a las medidas de distanciamiento social vigentes.

Pero la pandemia también puede influir en el desempeño de los candidatos, especialmente en aquellos que optan a la reelección, unos 22.000, según el TSE, pues en función de la evolución de la pandemia o de las medidas que tomen hasta entonces podrán ser castigados o entronizados por los electores.

EL OTRO VIRUS: LAS NOTICIAS FALSAS

El presidente del TSE, el juez de la Corte Suprema Luís Roberto Barroso, advirtió el sábado en un pronunciamiento en radio y televisión de que, además del SARS-CoV-2, los brasileños tendrán que enfrentarse a otro virus capaz de «comprometer la democracia».

«Se trata de las noticias falsas, de las campañas de desinformación y difamación», indicó Barroso.

La diseminación en masa de las llamadas ‘fake news’ ya fueron un problema serio en las elecciones presidenciales de 2018 que llevaron al poder al líder ultraderechista Jair Bolsonaro. Una comisión parlamentaria investiga el asunto, así como la Justicia Electoral.

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