La ONG Human Right Watch (HRW) ha asegurado este miércoles que el Gobierno de China ha detenido a más de 540.000 personas en la región de Xinjiang, de mayoría uigur, desde el año 2017, a la vez que ha acusado a China de no revelar el número exacto de personas encarceladas.
La organización ha detallado que, “si bien no todos los presos condenados enfrentan cargos políticos”, las cifras disponibles indican que el número total de personas encarceladas “injustamente” en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang es “mucho más alto de lo que generalmente se informa”.
“El Gobierno chino puede haber esperado que, procesar formalmente a las personas en Xinjiang, evitaría el protagonismo de las detenciones masivas en campamentos de educación política extralegales”, ha dicho la investigadora sobre china de HRW, Maya Wang.
“Muchas de estas condenas simplemente se suman a crímenes contra la humanidad y encarcelamiento injusto contra los uigures y otros pueblos túrquicos”, ha añadido.
Las autoridades de Xinjiang iniciaron una Campaña de Golpe Duro contra el Terrorismo Violento en 2014, pero la intensificaron significativamente en 2017. Anteriormente, las estadísticas del Tribunal Popular Superior de Xinjiang situaron el número total de personas sentenciadas entre 2017 y 2018 en 232.524, una cifra que se informó ampliamente en 2019, según la ONG.
Desde entonces, el Tribunal Popular Superior de Xinjiang no ha publicado nuevas cifras oficiales de sentencias. No obstante, la Fiscalía Popular Superior de Xinjiang, que continúa publicando estadísticas, informó en febrero de 2022 que un total de 540.826 personas han sido enjuiciadas en la región desde 2017.
HRW ha argumentado que, dado que la tasa de condenas de China es superior al 99,9%, casi todas estas 540.826 personas habrían sido condenadas. Asimismo, “la evidencia disponible”, según la ONG, sugiere que “la gran mayoría” de las 540.826 personas procesadas probablemente permanezcan en prisión.
Según las estadísticas oficiales del Tribunal Popular Superior de Xinjiang, antes de 2017, alrededor del 10,8% de las personas sentenciadas recibieron sentencias de prisión de más de cinco años. En 2017, representaban el 87% de las sentencias, tal y como ha recogido la organización.
Por este motivo, HRW ha instado a la comunidad internacional a “fortalecer sus esfuerzos” para investigar y responsabilizar a los funcionarios chinos por cometer crímenes contra la humanidad.
Los uigures son una etnia túrquica que ocupa lo que ahora es la gigantesca provincia china de Xinjiang, antes conocida como Turkestán Chino, al noroeste del país. El Gobierno chino tendría dos cosas contra esta minoría: que no son étnicamente chinos ―es decir, no son han― y que son musulmanes ―el régimen comunista ateo no sólo persigue a los cristianos―. Por tanto, hace unos años iniciaron lo que muchos medios e instituciones en todo el mundo han calificado de campaña de genocidio.
El pasado 31 de agosto, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dio a conocer el esperado informe sobre las violaciones cometidas por el Gobierno comunista sobre esta minoría, una semana después de que reconociera presiones de Pekín para evitar la publicación de dicho documento.
En sus 48 páginas, el informe de la ONU subrayó las “creíbles” pruebas de violaciones de derechos humanos que el régimen comunista habría llevado a cabo en Xinjiang contra la minoría de confesión musulmana.