La Administración Trump, a través del Pentágono, señaló el miércoles que los ataques efectuados el 22 de junio contra instalaciones nucleares iraníes retrasarán hasta por dos años el programa de enriquecimiento de uranio del país persa.
Según el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, la operación militar en la que participaron unos 125 aviones de la Fuerza Aérea norteamericana y un submarino estadounidense para bombardear las plantas de Fordow, Natanz e Isfahan han producido la «degradación del programa nuclear iraní».
«Creemos que el daño de las instalaciones de Fordow, Isfahan y Natanz degradó su capacidad física para construir una bomba. No se trata solo del uranio enriquecido o las centrifugadoras. Destruimos los componentes necesarios para construir una bomba», aseguró Parnell.