Las autoridades de Israel han anunciado este martes la imposición de nuevas restricciones al movimiento de los civiles en el norte y el centro de Israel, incluidas las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén, tras los últimos ataques con proyectiles por parte de Hezbolá, horas después del inicio de una nueva invasión de Líbano.
El Ejército israelí ha apuntado a «un cambio inmediato en la postura defensiva» y ha detallado que «se ha decidido imponer restricciones adicionales en varias zonas del país», lo que incluye «una reducción de las actividades y las reuniones» en varios puntos del centro y el norte del país.
Así, ha especificado a través de un comunicado que las actividades educativas y laborales «podrán celebrarse sólo si hay un refugio adecuado en los alrededores y se puede llegar al mismo en el tiempo estándar (dado en estas situaciones)», mientras que las reuniones quedan limitadas a 30 personas en espacios públicos y 300 en espacios cerrados.
El Ejército israelí ha confirmado durante la madrugada de este martes el inicio de una operación «selectiva y limitada» contra «objetivos terroristas e infraestructuras» de Hezbolá como parte de la operación ‘Flechas del Norte’, la campaña militar iniciada hace poco más de una semana contra objetivos de Hezbolá.
Los ataques israelíes se han incrementado desde mediados de septiembre y han acabado con la vida de gran parte de la cúpula del grupo terrorista, incluido su secretario general, Hasán Nasralá.