El rey Mohamed VI de Marruecos ha indultado a 1.526 condenados a prisión con motivo de la festividad del Aid al-Adha (Fiesta del Cordero), que se celebra este mes de junio, sumando un total de 13.382 amnistiados en apenas 18 meses, desde enero de 2024. Entre ellos, 64 condenados por delitos de terrorismo han sido beneficiados, un hecho que, junto a la sospecha de que exreclusos aprovechan las vías de inmigración ilegal para huir hacia España, genera preocupación entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Entrevistas realizadas en los últimos años a inmigrantes ilegales llegados a territorio español revelan que algunos de estos indultados buscan evadir los controles de las autoridades policiales y judiciales en su país al cruzar la frontera, según fuentes policiales consultadas por LA GACETA.
Según el Ministerio de Justicia marroquí, citado por la agencia MAP, de los 1.526 beneficiados en este último indulto, 1.305 están en prisión: 72 han sido liberados al condonárseles el resto de su condena, cuatro han visto conmutada su cadena perpetua y 1.229 han recibido una reducción de pena. Además, 206 condenados en libertad se beneficiarán de medidas como la conmutación de la condena o la exención de multas.
Este indulto incluye a 15 reos condenados por terrorismo, de los cuales cinco obtendrán una gracia sobre la multa y el resto de la pena, mientras que a diez se les reducirá la condena. Estos presos, según el comunicado oficial, han participado en el programa de desradicalización Mosalaha (reconciliación), diseñado para que exextremistas rechacen el terrorismo y se reintegren en la sociedad. Sin embargo, la opacidad en el seguimiento de estos individuos y la falta de garantías públicas sobre la eficacia de Mosalaha despiertan escepticismo entre las autoridades españolas.
El indulto se suma a una serie de amnistías otorgadas por Mohamed VI desde enero de 2024, que han beneficiado a 13.382 reos, de las cuales 64 eran condenados por terrorismo. Los indultos previos incluyen 1.383 presos en enero de 2024 por el 80 aniversario del Manifiesto de la Independencia, 2.097 en abril de 2024 tras el Ramadán (con 18 terroristas), 4.831 agricultores de cannabis y 708 condenados en agosto de 2024 por la Revolución del Rey y del Pueblo y el cumpleaños del monarca, 1.304 en enero de 2025 por el aniversario del Manifiesto, y 1.533 en abril de 2025 tras el Ramadán, incluyendo 31 procesados por extremismo.
La liberación o reducción de penas para estos 64 condenados por terrorismo, presentada como un éxito de la desradicalización, es vista con recelo por fuentes policiales europeas, que temen que algunos puedan reincidir o integrarse en redes extremistas tras abandonar Marruecos.
Fuentes policiales aseguran a este medio que en entrevistas con inmigrantes ilegales llegados a las costas en los últimos años, advierten que un número indeterminado de exreclusos marroquíes indultados utiliza las rutas migratorias para huir del país, especialmente hacia Canarias o el Estrecho de Gibraltar. Estas vías, controladas por las mafias, facilitan la fuga de individuos que, en algunos casos, incluyen a condenados por delitos graves. La presencia de 64 condenados por terrorismo entre los indultados agrava las preocupaciones, ya que no hay mecanismos transparentes que aseguren su desvinculación de redes radicales. Esta situación pone en cuestión la narrativa oficial de reinserción y plantea riesgos para la seguridad en países vecinos como España..
Los indultos masivos, aunque promovidos como un gesto de clemencia, son criticados por su falta de rigor en la selección y supervisión de los beneficiados, especialmente en el caso de los 64 condenados por terrorismo. La estrategia de Mohamed VI, que combina amnistías con programas como Mosalaha, parece destinada a apaciguar descontentos internos, pero su impacto transfronterizo genera dudas. Con 13.382 condenados indultados en 18 meses, Marruecos enfrenta el desafío de demostrar que estas medidas no se convierten en un salvoconducto para la delincuencia o el extremismo que acaba afectando directamente a países como España.