Desde el primer día, Donald Trump supo que estaría solo. Ganó con la furiosa oposición de los grandes medios, de Hollywood, de los intelectuales, de la Ivy League, de Wall Street y de las grandes empresas.
Pero el enemigo más poderoso lo tiene dentro, en su propia Administración, en ese entramado de intereses de burócratas no elegidos que se ha dado en llamar ‘Estado profundo’ y que sobrevive a todas las presidencias. Y quizá el grupo más peligroso en ese entramado sea lo que viene en llamarse ‘la comunidad de Inteligencia’.
Esta flagrante evidencia ha venido a confirmarla Michael Morell, durante largo tiempo subdirector de la CIA, en una entrevista concedida a Politico, donde Morell reconoce que no fue buena idea emprender contra el presidente una guerra de filtraciones a la prensa.
Lo interesante de su confesión es que no estamos meramente ante una voz bien informada e imparcial; de hecho Morell -algo inusual en un ex jefe de la agencia de espionaje- dio su público apoyo a Hillary en una columna aparecida en el New York Times, se ha mantenido hasta el momento contra el presidente y vende la narrativa habitual sobre la ‘trama rusa’.
Que Morell es una voz autorizada del Estado profundo va en el cargo, pero la entrevistadora, Susan Glasser, lo hace explícito al señalar que Morell «ha emergido de las sombras del Estado profundo» para convertirse en uno de los principales críticos de Trump dentro de la comunidad de Inteligencia.
En su tribuna en el New York Times, Morell no solo se confesaba decidido a «hacer todo lo que pueda para garantizar que sale elegida como nuestro 45º presidente», sino que llega a calificar una posible victoria de Trump como «una amenaza a nuestra seguridad nacional». Lo curioso es que, si bien la opinión de Morell apareció en el diario a título personal, en la entrevista deja claro que contaba con algo más que el beneplácito de sus antiguos colegas en la agencia.
Más significativo que lo que dice es todo lo que da por supuesto como, por ejemplo, la animosidad contra Trump de los responsables de la Inteligencia americana y su ‘larga mano’ detrás de las filtraciones interesadas contra Trump que han venido produciéndose en goteo desde su toma de posesión.
Morell admite abiertamente que comprende que el presidente, ante las críticas generalizadas de los responsables de Inteligencia, desconfiase de sus propios hombres en este aspecto absolutamente esencial de cualquier gobierno, y mucho más el de la única hiperpotencia mundial.
Alguna publicidad valiente y la ayuda desinteresada de muchos lectores como tú han hecho posible esta noticia. Conoces nuestra línea editorial, a contracorriente de la ideología dominante y desacomplejadamente comprometida con la dignidad humana, la unidad de España y la identidad de Europa. No es fácil ni es barato sostener un medio de comunicación que beba de estos postulados, siempre contra los más poderosos. Por eso te pedimos que nos ayudes con una aportación, que formes parte de nuestro proyecto, que ayudes a que sigamos incordiando al Poder. Puedes hacerlo de varias maneras, infórmate aquí.
CNN hace el mayor ridículo de su historia en su intento por difamar a Trump
