La reforma buscaba despenalizar completamente el aborto hasta la semana 14 de gestación. Actualmente Argentina lo permite en los casos de violación y riesgo para la salud de la madre.
El Senado de Argentina ha rechazado sancionar un proyecto de ley para legalizar el aborto y la iniciativa, considerada por diversos sectores un «debate histórico», no podrá ser presentada de nuevo en el Parlamento hasta 2019.
La sesión parlamentaria, que duró más de 16 horas, dejó patente las fuertes divisiones en el seno de cada grupo político, ante una iniciativa que buscaba despenalizar completamente el aborto hasta la semana 14 de gestación, y no solo en los actuales supuestos por violación y por poner en peligro la salud de la madre.
De los 71 legisladores presentes, 31 votaron a favor y 38 en contra, y dos se abstuvieron de votar el texto de la llamada ‘Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo’, que ya había sido aprobada el 14 de junio por la Cámara de Diputados. pero que se encontró hoy con la oposición de la de Senadores.
El más débil de los derechos
Fue el senador oficialista Mario Fiad, presidente de la comisión de Salud, quien abrió el debate en la mañana del miércoles, cuando expresó su negativa al proyecto y advirtió que «el derecho a la vida está por convertirse en el más débil de los derechos». Sostuvo además que el proyecto viola «claramente» la Constitución argentina y los tratados internacionales suscritos por Argentina.
El proyecto, que por años fue impulsado sin éxito por fuerzas de izquierda y grupos feministas, comenzó a tratarse en el Congreso este año después de que el presidente Mauricio Macri habilitara el debate al dejar libertad de acción a los parlamentarios del frente gobernante Cambiemos.
«La importancia de esta votación va mucho más allá del tema específico que intenta dirimir. Nos plantea como sociedad un escenario pacífico para promover y realizar cambios. Pero, además, nos obliga como individuos a comprometernos a aceptar que hay otros que piensan distinto», dijo hoy Macri a través de Facebook.
Más allá de la semana 14 de gestación, el aborto se garantizaba en el proyecto rechazado para el caso de que el embarazo haya sido producto de una violación, en caso de que estuviera en riesgo la vida o salud de la mujer o si se diagnosticara la inviabilidad de vida extrauterina del feto.
El proyecto permitía la objeción de conciencia de los profesionales de salud, pero no de las instituciones médicas que se nieguen a practicar abortos.
Al no ser aprobado, el proyecto no podrá ser presentado nuevamente para su tratamiento hasta las sesiones del próximo año.