El Ejército de Israel ha asegurado este martes por la mañana que ha recuperado el control completo de la frontera con la Franja de Gaza, después de que el movimiento terrorista Hamás lanzara este sábado una ofensiva contra territorio israelí. Según las autoridades de Israel, se ha decretado un «asedio completo» de la región controlada por Hamás, que implica el corte del suministro de electricidad, agua, alimentos y combustible.
«En los últimos días, miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel han estado luchando contra terroristas en varios asentamientos y puestos militares alrededor de Gaza. Los militares han actuado con valentía y determinación para recuperar el control y han capturado muchas armas que estaban en posesión de los terroristas», se lee en un comunicado del Ejército.
Además, la defensa israelí ha realizado ataques nocturnos contra más de 200 posiciones terroristas en la Franja de Gaza, en el marco de su respuesta contra Hamás. Varios aviones de guerra han atacado objetivos, que incluyen una infraestructura militar de Yihad Islámica en Jan Yunis y un almacén de armas de Hamás ubicado en una mezquita. Los militares, que han publicado una serie de imágenes que muestran algunos de los ataques, han destruido también un apartamento utilizado por Hamás para vigilar la zona.
Desde que Hamás lanzó este sábado la ofensiva, más de 900 israelíes han fallecido y 2.700 han resultado heridos, mientras que, como consecuencia de la defensa israelí, más de 680 palestinos han fallecido y 3.700 han resultado heridos. La respuesta de Israel a estos ataques terroristas va a ser, en palabras del Primer Ministro Benjamín Netanyahu, «lo más difícil y terrible que Hamás va a experimentar». No en vano el Ejército de Israel ha movilizado a más de 300.000 reservistas para el conflicto, en la que supone la mayor llamada a filas de la historia del país.
Con un número indefinido de civiles secuestrados, Israel está planteando lanzar una ofensiva terrestre para liberar los rehenes tomados por el movimiento terrorista Hamás. Así lo ha considerado Gerald M. Feierstein, exdiplomático estadounidense destinado en Jerusalén: «Definitivamente, creo que Israel considerará un ataque terrestre si lo ve necesario para lograr sus objetivos. Si entran, supongo que lo harán con un despliegue masivo de fuerza. El único interrogante sería la seguridad de los rehenes israelíes».
