El ente encargado de regular la actividad nuclear en Japón, el NRA, comunicó esta semana su decisión de levantar el veto por motivos de seguridad que fue impuesto en 2011 a las actividades en la central Kashiwazaki-Kariwa, con lo que su eventual reactivación plena podría dar en un futuro.
La central nuclear, que puede generar hasta 8.212 megavatios, es la planta de este tipo con mayor capacidad en el mundo.
Kashiwazaki-Kariwa se ubica en el noroeste de Tokio y es operada actualmente por la compañía Tokyo Electric Power Company (TEPCO). La NRA ha dicho que para proceder a tomar esta decisión primero se dedicaron hasta 4.000 horas a supervisar el correcto funcionamiento de la misma.
Las autoridades japonesas mantienen especial cuidado en este sentido desde que, en 2011, se produjo un tsunami que golpeó las costas japonesas, inundando la central nuclear de Fukushima. Sin embargo, una actuación rápida de equipos especializados pudo evitar que en aquella ocasión se produjese una explosión dentro de la planta.
