James, conservadora afroamericana, ha expresado el honor que para ella supone haber sido designada para ejercer tan importante cargo
La Fundación Heritage, uno de los think tanks conservadores más relevantes de Estados Unidos, ha anunciado este martes que Kay Coles James – mujer y mulata – será designada presidente en los albores del año próximo. James, que trabajó con el equipo de transición del presidente Donald Trump, fue uno de los muchos nombres que se barajaron para conformar el gabinete del republicano.
Durante una comparecencia posterior a su nominación como presidente, la afroamericana se ha afanado en sintetizar los objetivos que perseguirá durante su mandato; unos objetivos que, según ha aseverado, estribarán expandir la base del movimiento conservador ‘llevándola a lugares donde no ha estado antes’. Lo que podría traducirse en un intento de tornar el conservadurismo más transversal, más atractivo para distintos colectivos.
En esta línea, James ha asegurado que no desempeñará su cargo como lo haría ‘una estudiosa de la política’, sino resolviendo problemas e interesándose por ver ‘cómo la política puede afectar y empoderar a las personas’.
Asimismo, la conservadora ha expresado el honor que para ella supone haber sido designada para ejercer tan importante cargo: ‘Me siento honrada de que el consejo directivo me haya pedido liderar este importante trabajo. Lo que creemos, lo que promovemos y aquello por lo que luchamos son las políticas que ayudan a la gente. Estoy deseando expandir el movimiento conservador de una forma positiva e inclusiva y construir una América en la que florezcan la libertad, las oportunidades, la prosperidad y la sociedad civil’.
La conservadora afroamericana sustituirá al presidente interino, Ed Feulner, que tomó las riendas del think tank el pasado mes de mayo, justo después de que el consejo directivo despidiese a Jim DeMint. Éste, antiguo senador de Carolina del Sur, había encabezado la organización desde 2012.
Una trayectoria ligada al conservadurismo
La carrera de James está estrechamente vinculada tanto al movimiento conservador como a la política. No en vano, durante parte del mandato de George Bush – entre 2001 y 2005 – desempeñó el cargo de directora de la Oficina de Dirección de Personal de Estados Unidos. Asimismo, antes de su designación para el anterior puesto, ejerció como secretaria de Salud y Recursos Humanos en Virginia (entonces gobernaba ese Estado el político conservador George Allen).
En este sentido, cabe recalcar su condición de defensora del derecho a la vida del no nacido y de la familia natural. No en vano, fue vicepresidente del Family Research Council, un lobby cristiano y conservador que ha impulsado ingentes iniciativas en contra del aborto, del matrimonio homosexual y de la ideología de género.