«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Denuncian que supone una injerencia excesiva en los derechos humanos

La OMS aprueba un tratado sobre pandemias que pisotea la soberanía de las naciones y desarrollará «sistemas globales de vigilancia»

Von der Leyen junto a Tedros. Redes sociales

La asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra adoptó ayer martes un nuevo tratado sobre pandemias tras más de tres años de intensas negociaciones. El acuerdo, destinado a reforzar la capacidad global de respuesta ante futuras crisis sanitarias, ha generado controversia por las implicaciones que podría tener sobre la soberanía nacional y los derechos fundamentales.

El texto fue aprobado por 124 países, sin votos en contra y con 11 abstenciones. Entre los Estados que decidieron no apoyar el tratado figuran Italia, Polonia, Israel, Irán, Rusia y Eslovaquia. Precisamente, este último fue el único país que solicitó una votación formal, tras las críticas del primer ministro Robert Fico, quien alertó de que el pacto «erosiona el principio de soberanía nacional e introduce una injerencia excesiva en los derechos humanos».

Uno de los puntos clave del tratado es que los países firmantes deberán entregar a la OMS sus planes nacionales de gestión ante posibles pandemias, incluyendo estrategias de vigilancia, comunicación y actuación. Además, se establece un sistema de cooperación internacional para compartir datos sobre patógenos y garantizar el acceso equitativo a herramientas médicas esenciales, como vacunas y tratamientos.

Este sistema, denominado PABS (acceso a patógenos y reparto de beneficios), exige que las farmacéuticas cedan un 20% de su producción de suministros clave durante una pandemia: la mitad deberá ser donada a la OMS, y la otra mitad ofrecida a precios asequibles. Los detalles técnicos de este mecanismo se definirán previsiblemente en mayo de 2026.

El acuerdo también amplía las competencias de la OMS para emitir recomendaciones de emergencia sanitaria y coordinar sistemas de vigilancia global, lo que ha despertado preocupación entre expertos y sectores críticos. El epidemiólogo Nicolas Hulscher ha alertado de que el tratado podría «dar luz verde a la aceleración de vacunas aún en fase experimental, facilitar la censura de opiniones contrarias y consolidar redes de monitoreo sanitario a escala mundial».

En un mensaje en la red social X (antes Twitter), Hulscher ha defendido la anterior retirada de los Estados Unidos de la OMS como «una decisión crucial para preservar su soberanía y libertad médica» y ha animado a otros países a plantearse medidas similares ante el riesgo de «quedar sometidos a mandatos sanitarios centralizados».

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