La alta representante para la Política Exterior europea, Federica Mogherini, ha propuesto este martes la creación de un fondo para financiar operaciones militares de la UE en el extranjero.
En un momento en que la legitimidad de la Unión Europea es cuestionada por amplios sectores sociales de los países del Viejo Continente, lo último que deberían hacer los burócratas bruselenses es impulsar medidas orientadas a una mayor integración. Y, sin embargo, lo están haciendo: tras dar varios pasos encaminados a la constitución de un ‘ejército comunitario’ el pasado año, la alta representante para la Política Exterior europea, Federica Mogherini, ha propuesto este martes la creación de un fondo para financiar operaciones militares de la UE en el extranjero.
Mogherini ha planteado su iniciativa aprovechando la celebración de la primera reunión formal entre los países que participan de la coordinación militar de la Unión Europea. Una coordinación cuyo origen se remonta a las postrimerías del del pasado año y en la que concurren 25 de los 28 Estados miembros de la institución comunitaria.
En lo que atañe al contenido de la propuesta, no se conocen más detalles que los ofrecidos por la jefa de la diplomacia europea tras su encuentro con los ministros de Defensa. Así, tal y como ella ha explicado, se trata de un fondo que, con el beatífico nombre de Instrumento Europeo de Paz, tendría como objetivo financiar misiones de defensa y seguridad exterior.
Durante la rueda de prensa, Mogherini se ha afanado en enunciar las benéficas consecuencias que entrañaría una hipotética aprobación de su propuesta: ‘Nos daría la posibilidad de financiar iniciativas de construcción de capacidades militares, prestar asistencia a otros socios y aportar dinero a misiones de mantenimiento de paz’, ha aseverado la alta representante, quien ha añadido que la iniciativa ha sido acogida con esperanza por los ministros de Defensa.
Aunque la UE ya disponga de un fondo destinado a operaciones en el África subsahariana, éste se halla limitado por ingentes factores. Así, por ejemplo, exige que cada proyecto sea pactado con la Unión Africana. Es por ello por lo que Mogherini ha expresado a los ministros de Defensa – y posteriormente a los medios de comunicación – su anhelo de ‘ampliar el ámbito de acción y actuar de manera autónoma’.
Suspicacia de Estados Unidos
La posible creación de este fondo ha sido acogida con recelo por Estados Unidos, que no desea, bajo ningún concepto, que la Unión Europea desarrolle una política de seguridad y defensa ajena al ámbito de la OTAN.
En este sentido, el Gobierno norteamericano ya expresó su descontento cuando, en el mes de noviembre, los países miembros de la Unión Europea decidieron incrementar su compromiso con la denominada ‘Cooperación Estructurada Permanente’, contemplada en los tratados comunitarios, pero inédita hasta el momento. A este respecto, el secretario de Estado norteamericano, James Mattis, señaló que ‘la defensa común es competencia exclusiva de la OTAN’.
‘El pueblo estadounidense ha demostrado su compromiso con la OTAN, lo hacemos basándonos en la creencia de que las demás democracias honrarán la promesa que nos hicimos los unos a los otros en Gales’, apostilló el secretario de Defensa.
