«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
El año pasado concedió el indulto a más de 9.000 condenados

Marruecos prepara el indulto de más de 1.000 condenados a prisión para el mes de abril tras amnistiar a 1.304 en enero

El rey de Marruecos, Mohamed VI, en una ceremonia religiosa.

El Reino de Marruecos se prepara para un nuevo capítulo de clemencia real. Según información a la que ha tenido acceso LA GACETA, el rey Mohammed VI planea indultar a «más de 1.000 condenados a penas de cárcel» durante el mes de abril, una medida que coincide con el fin del Ramadán, siguiendo una tradición que el monarca ha consolidado en los últimos años. Fuentes cercanas a la Delegación de la Administración Penitenciaria y de la Reinserción (DGAPR) aseguran que este gesto elevará la cifra de indultados en 2025 por encima de los 2.000 y muy cercana a los 3.000, tras los 1.304 beneficiados en enero con motivo del aniversario del Manifiesto de la Independencia.

La amnistía de abril, que se enmarca en la celebración de Aid al Fitr —la festividad que marca el cierre del mes sagrado de ayuno—, no es un hecho aislado. En 2024, Mohammed VI otorgó indultos en múltiples ocasiones: 1.383 personas en enero por el 80 aniversario del Manifiesto de la Independencia; 2.097 en abril por el fin del Ramadán, incluyendo a 18 condenados por «extremismo y terrorismo»; 4.831 agricultores de cannabis en agosto por la Revolución del Rey y del Pueblo; y 708 más ese mismo mes por el cumpleaños del monarca. En total, el año pasado se indultó a 9.019 condenados a prisión, una de las cifras más altas en la historia reciente del país.

Para 2025, las expectativas son aún más ambiciosas. Según las fuentes consultadas, el reino podría alcanzar los 5.000 indultados a lo largo del primer semestre del año, incluyendo a condenados por terrorismo que hayan jurado arrepentimiento y adhesión a los valores nacionales, renunciando explícitamente al extremismo. Esta política de «medidas de gracia» no sólo busca aliviar la presión sobre el sistema penitenciario, sino también proyectar una imagen de reconciliación y magnanimidad por parte del régimen alauí.

Sin embargo, esta presunta generosidad real tiene un reverso que preocupa a las autoridades españolas. Fuentes policiales consultadas por LA GACETA advierten de que muchos de los indultados, sometidos a una «extrema vigilancia» tras su liberación, optan por abandonar Marruecos a través de rutas de inmigración ilegal hacia España. Algunos datos respaldan esta sospecha: según FRONTEX, en los dos primeros meses de 2025 han ingresado al territorio español 871 inmigrantes ilegales marroquíes, principalmente por la ruta Atlántica hacia Canarias. Lanzarote y Fuerteventura se han convertido en destinos habituales para quienes parten desde ciudades costeras como Tarfaya, Tan-Tan o Agadir en embarcaciones neumáticas.

Este fenómeno no es nuevo. La combinación de indultos masivos y la falta de oportunidades económicas en Marruecos, junto a la estricta supervisión a la que son sometidos los exreclusos, parece actuar como un catalizador para la inmigración ilegal. «Muchos prefieren huir en patera antes que vivir bajo el escrutinio constante del régimen», señala una de las fuentes policiales. La ruta Atlántica ofrece una vía de escape hacia Europa, donde los recién amnistiados «buscan pasar desapercibidos, aunque algunos de ellos tiendan a la multirreincidencia delictiva», según fuentes policiales.

Los indultos de Mohammed VI, aunque celebrados por algunos como un gesto de humanidad, generan interrogantes sobre sus implicaciones a largo plazo. Por un lado, refuerzan la autoridad del rey como figura central del poder marroquí, capaz de otorgar segundas oportunidades incluso a quienes han cometido delitos graves. Por otro, plantean desafíos tanto internos —como la reinserción efectiva de los liberados— como externos, especialmente para países vecinos como España, que enfrentan un flujo migratorio difícil de controlar.

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