El Gobierno de Armenia ha cifrado este jueves en más de 65.000 el número de desplazados llegados al país huyendo de la región de Nagorno Karabaj. Tras la invasión de la zona por parte del Ejército de Azerbaiyán, esta es la cifra más elevada y supone más de la mitad de la población con la que contaba el territorio antes de la ofensiva relámpago de la semana pasada por parte de Bakú.
El Ejecutivo armenio ha especificado en un breve comunicado que «hasta las 8.00 horas (hora local) del 28 de septiembre, 65.036 desplazados forzosos han entrado en Armenia desde Nagorno Karabaj», una región en la que antes de los ataques azeríes vivían cerca de 120.000 personas. «Aquellos que no tienen un lugar de residencia fijo están recibiendo alojamiento adecuado por parte de las autoridades», ha señalado el comunicado, antes de resaltar que «el análisis de las necesidades de apoyo continúa».
La ministra de Educación, Zhanna Andreasián, lamentó el miércoles que el número de menores de edad desplazados es «muy amplio» y dijo que podrían constituir un tercio del total, mientras que el ministro de Asuntos Sociales armenio, Narek Mkrtchián, resaltó que las autoridades han puesto en marcha una plataforma para analizar las principales necesidades de los desplazados.
En esta misma línea se ha manifestado el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, ante la posibilidad de que la población de la región de Nagorno Karabaj se traslade a Armenia en el marco de la reintegración del territorio, antes de advertir del peligro de una «limpieza étnica» en Azerbaiyán. Aunque las autoridades azeríes han manifestado en todo momento su intención de respetar sus derechos, Pashinián se ha mostrado escéptico sobre estos compromisos y decenas de miles de personas han optado por abandonar la zona.
