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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Se intensifica la campaña en Florida para desempatar los sondeos entre Trump y Biden

En la imagen, el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump.

A 41 días de las elecciones presidenciales en EE.UU., las encuestas no ayudan a dilucidar quién puede conquistar la importante Florida y las campañas del presidente Donald Trump y el exvicepresidente Joe Biden multiplican sus acciones para captar votos y dejar mal al contrario.

Los cubanos y los puertorriqueños han estado en los últimos días en la mira de ambas campañas, sin olvidar a venezolanos, colombianos y en general a los hispanos, que según una encuesta de hoy de St. Pete Polls prefieren por 14 puntos porcentuales a Biden.

Tom Pérez, presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC), que ha acudido a Florida estos días, tiene claro que cualquier grupo puede hacer la «diferencia» en Florida y darle a Biden o a Trump los 29 votos electorales del «estado del Sol» y, con ello, posiblemente la victoria nacional el próximo 3 de noviembre.

«Trump no puede ganar si no gana Florida», aseguró por su parte el congresista de origen puertorriqueño Darren Soto.

Ambos partidos están jugando todas sus cartas en Florida, donde tiene su residencia oficial Trump, quien le arrebató este estado a la demócrata Hillary Clinton por unos 100.000 votos en 2016.

Por el lado republicano buscan encasillar a Biden como «socialista» y ganarse el apoyo de cubanos, venezolanos y nicaragüenses, temerosos de repetir gobiernos de sus países.

La campaña demócrata en cambio apuesta por resaltar los «fallos» de Trump en la gestión de la pandemia de COVID-19 que superó ya los 200.000 muertos en EE.UU. y el trato como «ciudadanos de segunda» a los puertorriqueños tras la devastación por el huracán María en su tercer aniversario.

Jueza conservadora

A esta carrera por el voto floridano se sumó esta semana la posibilidad de que una jueza cubana de Miami, Barbara Lagoa, ocupe la vacante dejada en el Tribunal Supremo tras el fallecimiento el viernes pasado de Ruth Bader Ginsburg.

La inclusión de Lagoa en la lista de candidatas de Trump, con la que al parecer se reunirá estos días en Florida, tuvo automáticamente visos políticos para movilizar el voto cubano.

El republicano tiene previsto este viernes una reunión con «Latinos por Trump» en Miami, y el jueves se dirigirá a sus seguidores en Jacksonville, en el norte de Florida.

Para intentar recuperar terreno perdido en este estado, el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg no solo prometió una inyección de 100 millones de dólares para impulsar a Biden en Florida sino que está apoyando el registro de excondenados de crímenes no violentos.

Bloomberg ha recaudado más de 16 millones de dólares para que exprisioneros floridanos que recobraron el derecho al voto puedan pagar multas judiciales pendientes para poder inscribirse y votar.

El exalcalde espera que por los menos 32.000 de estos excondenados, en su mayoría afroamericanos, que se identifican más con los demócratas, pero también latinos, podrán volver a votar gracias a esta donación.

Encuestas

Unos pocos votos pueden marcar la diferencia, pues, según la encuesta de St. Pete Polls, Biden saca 3 puntos porcentuales a Trump en Florida, pero otro sondeo de The Washington Post y ABC señala que Trump le aventaja por 4 en este estado.

Para Casey Klofstad, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Miami (UM), «las encuestas son «fiables, pero no infalibles», al recordar que en 2016 daban como ganadora a Clinton.

En un análisis publicado por UM, el experto detalló entre las posibles explicaciones que muchos pudieron dar por ganadora a Clinton y no salieron a votar y la existencia de «trumpistas» tímidos que ocultaron su preferencia en las encuestas.

Precisó que por ahora la encuestas nacionales muestran que Biden supera al presidente con un índice de aprobación del 50 % frente al 43 % de Trump, pero «siempre hay incertidumbre, no es una bola de cristal».

Trump cree que el resultado de las elecciones acabará en el Supremo de EE.UU.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo este miércoles que cree que el resultado de las elecciones de noviembre acabará en el Tribunal Supremo estadounidense, y que por eso se está dando tanta prisa para cubrir la vacante que ha dejado en esa corte el fallecimiento de la jueza Ruth Bader Ginsburg.

«Creo que esto (las elecciones) acabará en el Tribunal Supremo, y creo que es muy importante que tengamos nueve jueces», dijo Trump a los periodistas durante una reunión con fiscales generales de varios estados del país en la Casa Blanca.

«Es mejor si (aprobamos a una nueva juez) antes de las elecciones, porque creo que este fraude que están preparando los demócratas, este fraude acabará frente al Tribunal Supremo de EE.UU.», añadió.

Trump ha insinuado repetidamente que podría no aceptar el resultado de las elecciones del próximo 3 de noviembre si no se le declara ganador, y ha insistido en que quiere que el vencedor se sepa la misma noche de los comicios, algo improbable debido al gran volumen de votos por correo que se esperan a raíz de la pandemia.

El mandatario mantiene además una ofensiva contra el voto por correo, al insistir en que ese método -que él mismo ha utilizado- puede favorecer el fraude, algo sobre lo que no ha aportado pruebas y que es extremadamente improbable que ocurra, como han demostrado varios estudios.

Durante una rueda de prensa poco después en la Casa Blanca, Trump se negó a garantizar que, si pierde en noviembre, su traspaso de poder al candidato demócrata Joe Biden será pacífico.

«Tendremos que ver lo que ocurre, usted lo sabe, me he quejado mucho de lo que está pasando con las papeletas», afirmó Trump al ser preguntado al respecto.

Trump planea nominar este sábado a su candidata para sustituir a Ginsburg, fallecida el pasado viernes a los 87 años, y este miércoles confirmó que la jueza cubano-estadounidense Bárbara Lagoa está entre las cinco magistradas que está considerando para el puesto, aunque negó que tenga planes de reunirse con ella.

La decisión de Trump de nominar de inmediato a una sustituta de Ginsburg ha generado polémica, porque la veterana jueza progresista dejó escrito, antes de morir, que su «deseo más ferviente» era «no ser reemplazada hasta que haya un nuevo presidente», tras los comicios.

Sin embargo, los republicanos han dejado claro que ya tienen los votos para confirmar a la nominada de Trump en el Senado, y aunque quedan menos de seis semanas para las elecciones, el mandatario insistió en que su objetivo es haberlo resuelto para entonces.

Si el resultado de las elecciones estuviera en disputa y no se hubiera cubierto la vacante que ha dejado Ginsburg, el Supremo contaría aún así con una mayoría conservadora de cinco jueces, frente a los tres de inclinación progresista que quedan en la corte tras la muerte de la célebre magistrada.

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