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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Trump apela a la unidad espiritual como vía para alcanzar el sueño americano

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump

Trump  ha enfatizado en repetidas ocasiones la necesidad de que todos los estadounidenses – cualesquiera sean sus ideas, su sexo o su raza – contribuyan a la edificación de un proyecto de vida común y vigoroso


Tras un año de casi incesante inestabilidad política en Estados Unidos, Donald Trump ha pronunciado este martes su primer discurso sobre el estado de la Unión. Una alocución que, como casi todas las que ha pronunciado desde que tomó las riendas de Norteamérica, ha sobresalido tanto en forma como en contenido. Así, Trump – a quien se tilda de ‘radical’ ya por simple rutina – ha apelado en ingentes ocasiones a la unidad y ha manifestado su propósito de trabajar mano a mano con los demócratas para construir una América más segura y próspera.
Como ya se ha sugerido, uno de los conceptos sobre el que ha girado el discurso del republicano ha sido el de ‘unidad’. No en vano, en repetidas ocasiones ha enfatizado la necesidad de que todos los estadounidenses – cualesquiera sean sus ideas, su sexo o su raza – contribuyan a la edificación de un proyecto de vida común y vigoroso: ‘Este es nuestro nuevo momento americano. Nunca hubo mejor tiempo para empezar a vivir el sueño americano. Esta noche hablaré del futuro que tendremos y del tipo de nación que seremos. Todos nosotros, juntos, como un solo equipo, una sola persona y una sola familia americana’, ha aseverado en los primeros compases de su ovacionada alocución.
En este sentido, Trump ha tendido la mano a los demócratas: ‘Esta noche tiendo una mano para trabajar con los miembros de ambos partidos, demócratas y republicanos, para proteger a nuestros ciudadanos, de cualquier origen, color y credo. Las comunidades que luchan, especialmente las comunidades inmigrantes, serán ayudadas por políticas migratorias que se centren en el interés de los trabajadores americanos y sus familias’, ha señalado el republicano, introduciendo la primera afirmación controvertida en su discurso.

La necesidad de proteger las fronteras

Pese a que haya apelado a la unidad en repetidas ocasiones, el presidente de Estados Unidos no ha renunciado a su sana costumbre de decir la verdad, por muy políticamente incorrecta que ésta sea. De esta manera, se ha mostrado convencido de que la inmigración ilícita es perjudicial para la seguridad de los países y de que la política de ‘fronteras abiertas’ ha conllevado la entrada de mano de obra barata, drogas y grupos violentos en Norteamérica.
En esta línea, el republicano, que sigue considerando necesaria la construcción de un muro fronterizo con Méjico para cerrar las puertas de EEUU a ‘criminales y terroristas’, ha abogado por un cambio sustancial de la política migratoria de su país. Así, ha conminado al Congreso a acabar con la ‘lotería de los visados para la diversidad’ (que asigna aleatoriamente hasta 50.000 visados a extranjeros, y a instaurar un sistema de méritos.

Infraestructuras y economía

Durante su campaña electoral, a la que ya no podemos mirar sino en lontananza, Trump se refirió repetidamente a la imperiosa necesidad de modernizar las infraestructuras públicas de Estados Unidos. Una necesidad que el republicano, siempre insistente, ha vuelto a mentar este martes: ‘Estados Unidos es un país de constructores. Construimos el Empire State en solo un año. ¿No es una vergüenza que ahora pueda llevar hasta diez años conseguir el permiso para una simple carretera?
Asimismo, el mandatario norteamericano se ha ufanado de los positivos datos macroeconómicos que está registrando su país desde que él es presidente y de la notable rebaja de impuestos que ha logrado implementar: ‘Desde las elecciones, hemos creado 2,4 millones de puestos de trabajo, incluidos 200.000 en el sector manufacturero. Después de años de estancamiento de los salarios, por fin los vemos crecer (…) Tal y como prometí al pueblo estadounidense desde este podio hace once meses, he conseguido aprobar la mayor reforma de impuestos de la historia de EEUU’.
Trump tampoco ha desperdiciado la oportunidad de expresar sus ideas contrarias al globalismo; ideas que conserva, al menos en teoría, tras la salida de Steve Bannon del Gabinete presidencial: ‘EEUU también ha pasado página tras décadas de injustos acuerdos comerciales que sacrificaban nuestra prosperidad y enviaban fuera nuestras compañías, trabajos y riqueza’, ha señalado el republicano, que en los primeros compases de su mandato ordenó la salida de Estados Unidos del TPP.
Para concluir, el mandatario norteamericano ha lanzado un mensaje de esperanza: ‘Mientras confiemos en nuestros valores, en nuestros ciudadanos y en Dios, no fracasaremos’.

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