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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El 'shock' en el mercado y el BCE

De momento, el euribor ha cerrado octubre en el -0,18%, por lo que ahonda en sus mínimos históricos.


El BCE anunció recientemente que sus compras mensuales de activos se reducirán a 30.000 millones de euros a partir de enero de 2018 y hasta finales de septiembre de 2018, pero sin indicar cuándo cesará definitivamente la política de compra de bonos (QE). Como se esperaba, mantuvo el precio del dinero en el 0% y dejó entrever que los tipos seguirán en los niveles actuales durante un tiempo prolongado (probablemente hasta bien entrado 2019). La reacción del mercado fue inmediata: precio de los bonos europeos subiendo y cotización del Euro cayendo.
Así, durante los próximos trimestres, el Euribor va a continuar en territorio negativo para satisfacción de todos los que tienen préstamos y créditos referenciados a este indicador. Por el contrario, las cosas seguirán complicadas para los inversores en depósitos a plazo y Letras del Tesoro pues continuarán sin obtener rentabilidad alguna y deberán asumir más riesgo si desean obtener algún retorno de su dinero.
De momento, el euribor ha cerrado octubre en el -0,18%, por lo que ahonda en sus mínimos históricos, lo que permitirá abaratar las hipotecas a las que les toque revisión en unos 71 euros anuales. El euribor se adentró en febrero de 2016 en terreno negativo por primera vez en la historia ante la política ultraexpansiva del Banco Central Europeo (BCE) para apuntalar la recuperación en la zona euro. El índice alcanza así su vigésimo mes consecutivo por debajo del 0%, con caídas que se han agudizado durante los meses de septiembre y octubre.
Por su parte, la prima de riesgo española se mantiene en 110 puntos básicos, a pesar del pequeño repunte que registraron los rendimientos de los bonos español y alemán a diez años con los que se calcula el indicador. Según los datos del mercado, la rentabilidad del bono nacional se situaba en el 1,46%, en tanto que el «bund» se instala en el 0,36 %.
A lo largo de los últimos años, si en algo se han equivocado, analistas y gestores, ha sido en anunciar de manera prematura la caída del precio (y subida de sus rentabilidades) de los bonos soberanos en euros. Ahora, tras la mencionada reunión del BCE, parece que el escenario no debería de cambiar en exceso y podrían mantenerse bajo mínimos las rentabilidades de la renta fija en euros durante un tiempo más.
El hecho de que la inflación europea esté todavía por debajo del objetivo (1,5% vs. 2%) y la continuidad, aunque con menor importe, en las compras de bonos en mercado abierto por parte del BCE, son factores que anclan la curva de rentabilidades del Euro en sus distintos plazos.
Por otra parte, el Tesoro ha cortado la tendencia al alza en los costes de financiación de su deuda provocada por la inestabilidad en Cataluña. Las últimas subastas de deuda del Tesoro habían confirmado una tendencia al alza en los costes de financiación, tanto a corto como a medio y largo plazo.
La inestabilidad derivada del desafío independentista en Cataluña había reducido durante el mes de octubre los intereses que cobraba el Tesoro por sus letras, y había encarecido el coste de emisión de sus bonos. Estos resultados incluyeron el fin de los intereses negativos en la deuda a tres años. El mercado secundario de deuda ya reflejó la semana pasada una drástica mejora. La aplicación del artículo 155 de la Constitución, con cese incluido del Gobierno catalán, y la convocatoria de elecciones en Cataluña el 21 de diciembre desinflaron hasta 10 puntos básicos la prima de riesgo de España. Ahora cotiza lejos de los 136 puntos que alcanzó después del 1-O. Esta mejora se ha trasladado al mercado secundario. Las esperanzas de una mayor estabilidad en Cataluña han permitido rebajar los costes de financiación en la última subasta de bonos celebrada la semana pasada. Los costes se han reducido casi a la mitad en la deuda a más corto plazo emitida por el Tesoro. La rentabilidad media de los bonos a cinco años ha bajado desde el 0,53% del pasado 5 de octubre hasta el 0,33%.
En este contexto, las turbulencias provocadas por la inestabilidad en Cataluña disparan la negociación en renta variable, ETFs y futuros, con subidas de hasta el 309%. Una situación que se repite en todo el mundo. Tanto es así que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido de que el uso cada vez mayor de productos financieros complejos ligados a la volatilidad de la renta variable por parte de inversores, como los fondos de pensiones, están aumentando los riesgos de un posible ‘shock’ del mercado.
El director del departamento de mercados monetarios y de capital del organismo internacional, Tobias Adrian, ha dicho que “la combinación de bajas rentabilidades y bajos niveles de volatilidad empuja a los inversores al uso del apalancamiento para aumentar los retornos de capital». Según diferentes índices que miden la volatilidad en el mercado, muestran que se encuentra en su nivel más bajo desde hace una década. Esta situación, si se mantiene de manera sostenida, incentiva a que los inversores asuman niveles más elevados de apalancamiento a través de modelos de riesgo que usan la volatilidad como impulso a los rendimientos, a la vez que entran en juego participantes que subestiman los peligros al no ver los riesgos reales.

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