«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Doble licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Ha trabajado en diversos medios, así como en el sector de la comunicación. Colabora como analista, consultor y consejero político.
Doble licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Ha trabajado en diversos medios, así como en el sector de la comunicación. Colabora como analista, consultor y consejero político.

Cantonalismo en la Torre de Babel

20 de marzo de 2023

El mito bíblico sirve como explicación del porqué existen diversas lenguas en el mundo. España parece haber sido construida desde la Transición con el fin de que todo el territorio se vaya resquebrajando lingüísticamente y, por si fuera poco, lejos de buscar de nuevo la unidad, algunos parecen felices con el resurgir del cantonalismo decimonónico bajo la capa de modernidad actualmente existente.

Llevábamos unos días bastante tranquilos en cuanto a materia de política territorial se refiere. Y por territorial me refiero a nacional, sólo que ya cada vez más se ajusta el término territorios antes que nación. Y digo esto –no porque lo piense, válgame Dios- sino porque tengo la sensación de que entre ‘hunos’ y ‘hotros’ nos están llevando cual vaca al matadero para aceptar, de facto, la existencia de una España federal cuando no cantonal. Como suele ocurrir con otras ideas destructivas –esta no iba a ser menos- es una ocurrencia burguesa. Si echamos la vista atrás, prácticamente todas las degeneraciones políticas y aberraciones morales nacen de la mente burguesa. Supongo que eso de acabar antiguos regímenes les dejó el mono de seguir tocando las narices y no saben estarse quietos. Marear la perdiz, agitar las aguas que de río revuelto siembre se pescó algo.

Uno de estos señores cantonales es Juanma Moreno Bonilla, el mayoría-absoluta-presidente de Andalucía que ha tenido la territorial idea de abrir una sede de la Junta en Cataluña a modo de embajada interterritorial para buscar eso que llaman ahora sinergias y, de paso, ofrecer a los empresarios catalanes que muevan sus sedes empresariales a Andalucía, que para eso se pagan menos impuestos. Estaremos atentos a ver si el barón del Partido Popular remueve las aguas con piedras o a cañonazos, lo que está claro es que quiere fortalecer relaciones, «estrechar lazos» dicen algunos de manera más romántica.

¿Hará MB las mismas genuflexiones que su antiguo presidente popular Pablo Casado o de otros tantos de Gobierno durante décadas con los separatistas catalanes? Esta pregunta es de vital importancia si tenemos en cuenta que la Cataluña actual se construyó gracias a la inmigración interna de Andalucía y, a pesar de eso, los racistas supremacistas catalanes les siguen despreciando. La lógica típica aplastante que rechaza a los compatriotas pero considera «nuevos catalanes» a marroquíes (por poner un ejemplo).

Lo de la Torre de Babel me preocupa. A uno, leyendo cosas como la promoción del «idioma andaluz» (sí, yo también he tenido que contener la risa al escribirlo), le dan ganas de que Yahvé no sólo destruya la susodicha construcción sino toda su obra, y a ver si así podemos empezar de cero. En el norte de España, el antiguo reino raíz de lo que somos hoy en día se lanza gozoso a promocionar el bable como otro idioma ibérico. Pérez-Reverte, en una de sus famosas columnas, señaló eso de que en España «ya no cabe un gilipollas más». Todos sabemos que se equivocó, porque habrá tantos más gilipollas cuanto más dinero se siga gastando en gilipolleces. No sé si el gilipollas nace o se hace con dinero, sería bueno dilucidarlo para estar tranquilos.

He de admitir que en algo me he equivocado. En un cantón llamado Extremadura hay una señora del Partido Popular que intenta hablar la misma lengua política que sus adversarios dentro de la izquierda a pesar de que debería pronunciarse diferente bajo la lógica babélica de los partidos políticos. De nombre María Guardiola, durante una entrevista al canal de televisión 24horas como candidata a la presidencia del cantón en las próximas elecciones de mayo, señaló las cuatro líneas rojas, los cuatro pilares inamovibles de su política. A saber: la violencia machista, leyes LGTBI, el aborto y la inmigración. Cuatro conceptos que se entienden igual en diversos idiomas políticos. El Partido Popular ya no es que hable igual que el PSOE tras haber construido esta torre llamada España a su imagen y semejanza… es que sus líneas son exactamente iguales trabajadas desde ópticas diferentes para públicos diferentes. Las líneas de Guardiola no difieren del PSOE, de Podemos o de cualquier otro gobierno de la coalición actual. El disenso lingüístico creado para beneficio propio de una clase política no exime del consenso político. Divide como puedas a la plebe, pero tú mantente unido mientras puedas. Business is business, la mentalidad de todo burgués que se precie.

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