«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Madrileña, licenciada en Derecho por la UCM. En la batalla cultural. Española por la gracia de Dios.
Madrileña, licenciada en Derecho por la UCM. En la batalla cultural. Española por la gracia de Dios.

¡Se mentalicen, c*ñ*!

30 de marzo de 2024

La ministra de Defensa, Margarita Robles —junto con Marlaska principal responsable de las mayores barbaridades perpetradas por el sanchismo porque son los más formados—, ha tocado a rebato ante el peligro que supone Putin, no sólo para los países bálticos, sino también para nosotros. Nos ha descubierto que un pepinazo ruso puede llegar a la Puerta de Alcalá, al Parque de María Luisa —previo pago de entrada, supongo— o a la coruñesa plaza de María Pita. Margarita nos ve a por uvas; no nos ve mentalizados del peligro que se cierne sobre nuestras cabezas. 

Muchos pensamos, después de tan alarmante aviso, que instaurarían el servicio militar obligatorio y que nos íbamos a comportar como un país serio que ha decidido defenderse. Así a lo loco. En Europa, once países tienen ‘mili’: Suecia, Noruega, Lituania, Letonia, Dinamarca, Francia, Turquía, Estonia, Grecia, Finlandia y Austria. Otros, como Alemania, se lo están planteando. Claro, pensarán algunos, es que ellos están más cerca de los rusos. No como nosotros que tenemos a nuestro amable vecino del sur instalado durante tres meses de maniobras militares a todo trapo en aguas canarias, es decir, españolas de toda españolidad, que hay que recordarlo todo. Pero no. Robles ha descartado esa posibilidad. No, servicio militar obligatorio, no, que eso es una fascistada.

¿Qué quería entonces decirnos la ministra de Defensa con tan alarmante alocución? Lo dicho, que nos mentalicemos. Que nos pongamos a bien con Dios, cosa siempre necesaria; que hagamos testamento; que los que se lo puedan permitir huyan de España al hemisferio sur, donde no lleguen los mísiles balísticos de Putin; que nos hagamos refugios en nuestras casas; que salgamos a la calle con casco de ultimísima generación y fachaleco de los gordos. En una palabra, que nos aterroricemos en condiciones, que esto es muy serio, pero que el Gobierno no va a hacer nada al respecto. Gracias, Marga, por el aviso, pero nos pillas un poco de sorpresa.

No es fácil olvidar el primer alópresidente de la pandemia, con todos encerrados en nuestras casas de forma ilegal, cuando el ínclito compartió con nosotros —gracias, padresito Sánchez— su sorpresa al descubrir que el ejército servía para algo. Pedro tiene muchos defectos, pero las tonterías las expresa con prístina claridad: «ahora no percibimos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como un gasto superfluo». Sí, este es nuestro presidente. Aquél que en 2014 dijo que el ministerio de Defensa sobraba. Sólo en el inconstitucional encierro pandémico encontró sentido a su existencia: controlar a los españoles de bien para que no salieran de sus casas. Por eso, ver ahora a una ministra de Defensa en modo ministra de Defensa, sorprende. ¡Se mentalicen, coño!

Pedro Sánchez no utiliza las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para defender nuestras fronteras ni a los españoles que están detrás de ellas soportando la invasión de inmigración ilegal permanente. Eso debe de ser gasto superfluo. La muerte de dos guardias civiles hace un mes en Barbate en la lucha contra el narcotráfico tampoco le provocó la más mínima reacción. Invertir en más medios para defendernos de ese peligro diario y cierto, para el Gobierno es gasto superfluo. Si hubieran sido etarras suicidados en la cárcel, no tengan ninguna duda de que habría expresado su más sentido pésame por tierra, mar y aire. 

Me gustaría dirigirme a la ministra de Defensa para decirle que yo me mentalizo de lo que quiera. Que no se preocupe. Que sé leer e interpretar lo que leo, a eso se le llama comprensión lectora. Como yo, hay millones de personas mentalizadas no sólo ante el peligro que supone Putin, sino ante muchas más amenazas que se ciernen cada día sobre nosotros de las que ustedes, señores miembros del Gobierno, parecen no tener ni idea ni el más mínimo interés por informarse.

Así pues, no me voy a cuadrar cuando la ministra lo diga ni por los motivos que ella me indique. Cuádrense y mentalícense ustedes de los peligros que asedian España y que su gobierno ha causado: la inseguridad ciudadana causada por la inmigración ilegal y la inseguridad jurídica motivada por una loca ley de amnistía a la carta que ha ahondado aun más en la ruptura de la cohesión nacional, entre muchos otros. Una vez mentalizados y conscientes de lo que han hecho, si tienen un mínimo de dignidad, dimitan por traición a la nación española.

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