«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Bilbao, 1965. Periodista, máster de 'El País'. Noticias y opiniones que escandalicen a los incondicionales de lo políticamente correcto y la «memoria histórica». En la editorial Homo Legens ha publicado 'Eternamente Franco' y 'Los césares del imperio americano'. Su último libro es 'Eso no estaba en mi libro de historia del Imperio español' (Almuzara).
Bilbao, 1965. Periodista, máster de 'El País'. Noticias y opiniones que escandalicen a los incondicionales de lo políticamente correcto y la «memoria histórica». En la editorial Homo Legens ha publicado 'Eternamente Franco' y 'Los césares del imperio americano'. Su último libro es 'Eso no estaba en mi libro de historia del Imperio español' (Almuzara).

Centro centrado: ni Castillo ni Keiko

11 de julio de 2021

Es inminente el nombramiento de Pedro Castillo como nuevo presidente de Perú para el próximo quinquenio y quién sabe si varios años más, pues algunos de los miembros de su candidatura ya han anunciado que pretenden convocar una asamblea constituyente. El guion del ‘socialismo del siglo XXI’ se repite una y otra vez en cada país de Iberoamérica; en muchas ocasiones, como en Chile, con la colaboración de la llamada derecha, que nunca aprende y siempre cree que “lo de Venezuela aquí no va a pasar”. Lo mismo ha ocurrido en Perú.

La diferencia en votos oficiales entre Castillo y Fujimori ha sido inferior a 50.000. Mientras, ha habido más de 1,1 millón de votos viciados. En Perú, el sufragio es obligatorio y muchos ciudadanos han expresado su malestar anulando su voto. Con que sólo uno de cada diez hubiera escogido la papeleta de Fujimori, ésta habría vencido… si las mañas de la izquierda lo hubieran permitido. El resultado electoral muestra dos fracasos del grupo social dirigente

En Perú ha sucedido lo mismo que en Chile. En dos países exitosos en economía, con aumento de la clase media y reducción de la pobreza, una parte enorme de sus poblaciones ha optado por una izquierda alucinada, en el caso chileno, de carril bici y emergencia climática, y una izquierda heredera de los genocidas de Sendero Luminoso en el caso peruano. Los políticos y pensadores que se identifican a sí mismos como liberales (aunque todos ellos practican la paradoja de hacer negocios con el Estado) estaban convencidos de que la única batalla que había que dar era la de la economía. Basta el desarrollo para que la gente sea feliz y le vote a ellos. ¿Las ideas?, ¿la trascendencia?, ¿la religión?, ¿el patriotismo?, ¿la cultura?, ¿la empatía, siquiera con los menos favorecidos y los humildes? Bah. Asuntos de escritores, de curitas, maestrillos y milicos que no saben por dónde circula la historia, que ya ha llegado a su fin. 

Después de diez años de insultos proferidos por Mario Vargas Llosa contra Keiko Fujimori es difícil que los seguidores del ‘escribidor’ cambien en unos pocos días de opinión

Bueno, pues los hechos en Chile y Perú corroboran que a las clases medias y bajas les preocupa más lo inmaterial que a las clases altas, esas que hablan inglés con acento de Nueva York. Después de la caída del muro de Berlín en Europa, estas élites han fracasado, como ya lo hicieron después de las independencias, en crear naciones que integrasen a todos sus habitantes, incluso a los que vivían en las periferias: las selvas, los llanos, las chabolas… Fue una oportunidad desaprovechada. Recuerdo a un consultor español adornado con pajarita que entonces peroraba en sus tribunas y tertulias radiofónicas sobre el mundo feliz que se nos acercaba, porque las ideologías desaparecerían y entonces todos podríamos dedicarnos a ganar dinero. ¡Gran programa vital! Menudo resentimiento y menuda ignorancia han creado esas oligarquías para que los más perjudicados por la demagogia y la pobreza que traen la izquierda opten por ellas.

El segundo fracaso es la ceguera en separar el mal absoluto del mal menor. Con una convicción suicida, cientos de miles de peruanos se han abstenido o, peor aún, han viciado el voto. Son el equivalente a los Ciudadanos de España. Antes ser apaleados que llamados fascistas. “No me gustan las vacunas, pero me vacuno por responsabilidad y porque lo ha hecho Macron». “Centro centrado. Sofisticado y destilado. Yo pongo el Excel y tú la ideología”. No les gusta Castillo, pero tampoco Keiko, esa carca que está contra el aborto y el matrimonio homosexual. Y entre ambos, lo mejor es apartarse y quedar ‘en marge de la populace’. Reconozco que tienen una pequeña disculpa. Después de diez años de insultos proferidos por Mario Vargas Llosa contra Keiko Fujimori es difícil que los seguidores del ‘escribidor’ cambien en unos pocos días de opinión sobre la hija del presidente de los años 90.

Forzados a elegir, optan por legalizar la ‘autodeterminación de género’ antes que por defender el ‘derecho’ de Amazon a arrasar todo el comercio local

De las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos a las de 2020, el Partido Libertario (sí al aborto y a los vientres de alquiler, no los impuestos ni a los aranceles) perdió más de 2,6 millones de votos. ¿Adónde fueron? Sin ninguna duda, la  mayoría respaldó a Joe Biden. No hay más que leer a sus homólogos españoles para darse cuenta de que les irrita mucho más la moralidad que la fiscalidad. Forzados a elegir, optan por legalizar la ‘autodeterminación de género’ antes que por defender el ‘derecho’ de Amazon a arrasar todo el comercio local. 

Esos peruanos se situarían en la equidistancia entre Sánchez y Orban, con lo que siempre gobernará Sánchez; pero ellos tendrán las manos limpias y sonrisa de superioridad. Lo comprobaremos cuando muchos de ellos empiecen a mudarse a España. 

Sí, el PIB y la renta per cápita han subido en Chile, Perú y Colombia, mientras que en Venezuela se han desplomado. ¿Por qué entonces en los tres primeros países hay millones de personas que quieren como futuro la ruina y la tiranía venezolanas? ¿Sólo por sobornos o ‘paguitas’? Como me decían mis mayores, cuando trates con alguien a quien el destino ha colocado por debajo de ti hazlo con amabilidad, con respeto, y mirándole a los ojos. Ya sabe, querido lector, influencia del cristianismo y esas filosofías superadas por la marcha de la historia hacia una sociedad abierta, donde todo se hará posible.

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