Ir a protestar a Ferraz es mejor que nada, pero ¿es Ferraz el sitio? Hace no mucho, un señor mayor se presentó allí a quejarse por alguno de los innumerables y ya difíciles de recordar desmanes del gobierno. Aparecieron los Marlaska Boys, policía de partido cuando toque, y se lo llevaron. Ayer blindaron la sede a conciencia. Ferraz es como el escenario de una película de Álex de la Iglesia. Una fachada normal, paisaje de Madrid, podría convertirse en Shutter Island. Del costumbrismo a la fantasía terrorífica cañí en un parpadeo.
¿Pero es Ferraz el sitio? Se siente que el golpe se da desde muchos lugares. La amnistía llega en un momento en el que el PP castiga a Vox, le trabaja el hígado como un boxeador obnubilado, con sus legiones (pandis) mediáticas dedicadas a corroer el partido que debería ser apoyo. ¿Qué le piden luego a García-Page? Este es el contexto, no lo olvidemos, en el que se produce lo que ellos llaman el golpe, pues al parecer nada pasaba hasta la Amnistía y el Sanchismo. Esta era la forma que tenían de prepararse.
El mundo pepero-mediático es el primer círculo de resistencia y resulta en sí mismo ya dificilísimo. Es todo lo que los jóvenes han resumido con la palabra búmer. Una modorra generacional. Es obstaculización golpista. Es como hablar con un ficus. Es el corcho que recubre el objeto de regalo. Infunde una sensación de pereza y absurdo que induce a lo kafkiano. Estamos encerrados en una habitación psiquiátrica y el PP es la pared acolchada. ¿Merece la pena volver a rebotar?
«Es como si se hubiera muerto un amigo», decía ayer en una radio de ese mundo un tertuliano de la primera glaciación boomer. ¡Se había muerto el amigo Estado de derecho! El Estado de derecho es Chanquete, es el Estado de derecho-Chanquete cuya muerte anuncia y llora el mundo tertuliano, moderadamente normal, centristamente azul, etc., eso que es como lo democristiano sin lo cristiano. Una especie de propensión gris.
Las voces del tertuliano-Pancho salen de un matorral y llega corriendo por la playa, lágrimas en sus mejillas de cocodrilo ingenuo, alarma en su voz de heraldo sorprendido: «¡Chanquete ha muerto! ¡Chanquete de derecho ha muerto!».
¿Es la amnistía mucho peor que todo lo demás?
Ir a Ferraz ya es algo, es mejor que nada, pero lo que llaman golpe, esto que sufrimos, tiene muchos centros y viene de muy atrás, de muy cerca y muy lejos. Hasta está en nosotros sin saberlo. Es una conspiración de la realidad toda. «Mamá, tú también estás con ellos». Está en el espejo, en nuestro metabolismo. Son las palabras que emitimos cuando no pensamos.
La primera resistencia sería restablecer alguna forma de salud mental. Escapar, como se pueda, de la jerga refrita. Huir de las palabras peperas pues son como las palabras del Hombre Blanco para Cochise. Meter palabras nuevas, frescas, desusar otras viejas, gastadas.
Como quien se despierta a media noche porque siente el fuego, ellos repiten ahora lo del golpe. Golpe es algo súbito, rápido, sorpresivo… Esto se veía llegar como se ve llegar el tren desde la estación de un pueblo. Serviría una notación musical, siempre en italiano: era como un larghissimo sostenuto con sordino que pasó a andantino y de repente se hizo presto vivace y forte.