«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Quince años en el diario líder de información económica EXPANSIÓN, entonces del Grupo Recoletos, los tres últimos años como responsable de Servicios Interactivos en la página web del medio. Luego en Intereconomía, donde fundó el semanario católico ALBA, escribió opinión en ÉPOCA, donde cubrió también la sección de Internacional, de la que fue responsable cuando nació (como diario generalista) LA GACETA. Desde hace unos años se desempeña como freelance, colaborando para distintos medios.

Biografía

Quince años en el diario líder de información económica EXPANSIÓN, entonces del Grupo Recoletos, los tres últimos años como responsable de Servicios Interactivos en la página web del medio. Luego en Intereconomía, donde fundó el semanario católico ALBA, escribió opinión en ÉPOCA, donde cubrió también la sección de Internacional, de la que fue responsable cuando nació (como diario generalista) LA GACETA. Desde hace unos años se desempeña como freelance, colaborando para distintos medios.

Consejos reaccionarios

22 de noviembre de 2013

1. No pierdas (demasiado) tiempo con la política. Es una función de la cultura, y la cultura es de izquierdas. Los gobiernos nunca puede legislar contra la cultura, contra lo que define la ideología por defecto de cada época.

2. No aceptes sus premisas. Quien decide los términos del debate gana siempre. La primera batalla se libra en el diccionario.

3. No eres de derechas. Admitir esa nomenclatura es ceder innecesariamente. Es su bradominismo, su modo de decir que están ellos y luego todos los demás. En general, no aceptes sus denominaciones. Cuando alguien dice que es socialista, criticamos al socialismo; si dice que es comunista, hablamos del comunismo, porque aceptamos a priori que la gente es lo que dice ser. Ellos no; ellos decidirán que eres un fascista, aunque la doctrina del Duce te sea absolutamente ajena, o incluso inventará nuevas etiquetas que nadie ha reivindicado jamás para sí, como neoliberal.

4. La réplica que más desarma las diatribas izquierdistas es “¿comparado con qué?”

5. Recurre a lo narrativo. Nadie en toda la historia se ha convertido jamás por un argumento. Ellos, admirables maestros de la propaganda, lo saben, y por eso son más de emoción que de razón; de consigna que de razonamiento. Sobre todo, si quieren convencer de algo a la masa, no se lo explican, se lo cuentan. La homosexualidad no pasó de ser un estigma a convertirse en la suma de todo bien por un nuevo descubrimiento o una luminosa revelación, sino por la película Philadelphia y todas las series, historias y películas que vinieron a continuación. Recuerda que el cristianismo conquistó el Imperio Romano no con una doctrina, sino con una narración, el Evangelio.

6. La ciencia es tu aliada siempre; el estamento científico, rara vez: no confundas la una con el otro. Los científicos viven en la misma cultura que nosotros y sufren los mismos condicionamientos, tienen las mismas ganas de ser populares y agradar y la misma necesidad de financiación. Pero la ciencia de verdad, la realidad física y la biológica, es irremediablemente reaccionaria.

7. No cedas a la tentación separatista o a la apocalíptica. Es tentador, visto el absoluto control que ejercen sobre la cultura y su capacidad de castigar y perseguir a los disidentes, soñar con comunidades reaccionarias autosuficientes o, directamente, desesperar y darlo todo por perdido. Pero, ¿recuerdas por qué no eres de izquierdas? Porque su visión es falsa, y lo falso tiene tendencia a no ser viable.

El progresismo es un virus que mata a su huésped, es enemigo de la vida. Económicamente, se acaba cuando se acaba el dinero de los demás; culturalmente, se rinde ante cualquier civilización no occidental que crea en sí misma; demográficamente, no se reproduce. Puede que tú no lo veas y el final no va a ser bonito, pero la izquierda tiene los días contados desde el primero.

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