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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

¿Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU?

11 de noviembre de 2013

El 20 de septiembre, el Gobierno cubano declaró en el Consejo de Derechos Humanos que no iban a permitir el advenimiento de la democracia en mi país. No sólo rechazan los valores democráticos sino que pretenden redefinirlos de forma retorcida con el fin de permanecer en el poder para siempre. La misión cubana en la ONU negó todas las recomendaciones para poner fin al apartheid político y garantizar las libertades fundamentales, dos de los muchos derechos secuestrados al pueblo cubano por parte del Gobierno.

 

Mi padre Oswaldo Payá fundó el Movimiento Cristiano Liberación (MCL). Ganó el Premio Sajarov del Parlamento Europeo, y luchó pacíficamente por el reconocimiento, en la legislación y la práctica, del derecho de todos los cubanos a tener derechos. Promovió un referendo conocido como el Proyecto Varela, que contó con el apoyo de más de 25.000 habitantes, más de lo solicitado por nuestra Constitución . Diez años después, el Gobierno sigue negándose a responder a este llamado ciudadano de un plebiscito, violando de paso su propia Constitución.

 

Mi padre murió el año pasado. Ya se sabe que los coches de la Seguridad del Estado cubano le perseguían y que su auto fue empujado fuera de la carretera. Varios líderes mundiales han exigido una investigación independiente después de la versión contradictoria dada por el Gobierno cubano, cuya misión en la ONU se negó a permitir la investigación, conforme a lo solicitado en la última UPR.

 

¿Cómo es que el Gobierno de Cuba pertenece al Consejo de Derechos Humanos, cuando abusan sistemáticamente aquellos de los que exigen cambios reales, cuando no permiten que cualquier investigación de los crímenes extrajudiciales en los que podrían estar implicados?

 

Abolieron la autonomía universitaria, la libertad religiosa, la de movimiento, la de asociación y publicación, al tiempo que tomaron el control de todos los medios de comunicación, en un país donde la mayoría de la gente no sabe de Internet, ya que no es un derecho.

 

No respetan los derechos de propiedad, ni el derecho a una economía libre, salvo para promover ahora una reforma falsa que no garantiza los derechos de los trabajadores cubanos, ni siquiera los derechos de los inversionistas extranjeros.

 

¿Cómo es que el gobierno cubano está en el Consejo de Derechos Humanos, cuando sus líderes se traspasan el poder de forma dinástica, cuando durante los últimos 64 años nunca ha habido elecciones libres en Cuba, que nunca han sido objeto de una votación popular efectiva, siendo por lo tanto ilegítimos para representarnos?

 

Se burlan de la comunidad internacional, ya que se presentan como víctimas ante la ONU, mientras que toneladas trafican con armas y explosivos en un barco de civiles violando las resoluciones de la ONU sobre Corea del Norte, y poniendo en peligro muchas vidas.

 

Son los mismos militares que han disparado a miles de cubanos desde el comienzo de la Revolución, quienes han promovido movimientos armados en América Latina, quienes hundieron en el mar el remolcador 13 de Marzo cargado de mujeres y niños, quienes asesinaron a cuatro pilotos civiles de los Hermanos al Rescate en aguas internacionales, quienes encarcelaron y deportaron a la mayoría de los líderes del Proyecto Varela, maltratan a los activistas de las Damas de Blanco, que han encarcelado al joven Yosvani Melchor desde hace más de tres años sólo porque es el hijo de un miembro activo de la MCL, amenazaron de muerte a mi padre, a mi familia, a los miembros del MCL y a muchos otros líderes disidentes, que dividieron la mayoría de las familias cubanas con su intolerancia.

 

¿Cómo pueden pertenecer al Consejo de Derechos Humanos, cuando es el Gobierno de Cuba el que secuestra la soberanía de nuestra nación?

 

La presencia en el Consejo de Derechos Humanos de China, de la Federación Rusa, de Arabia Saudita y del régimen cubano es decepcionante para las víctimas de la represión y envía un mensaje de complicidad de la comunidad internacional. Los cubanos saben que tenemos la responsabilidad de llevar a nuestro país hacia una transición democrática, pero este es un momento para la solidaridad, y los Gobiernos democráticos no deben compartir asientos con los delincuentes, que se comportan con impunidad, ya que no sufren ninguna consecuencia por sus violaciones.
 

 

Estos son momentos decisivos de mi nación. Es hora de presionar al Gobierno cubano a comportarse democráticamente o, en su defecto, no designándole para el Consejo de Derechos Humanos, con el fin de preservar la legitimidad de las Naciones Unidas.

 

Contra la democracia hay muchos intereses económicos y políticos, incluidos los que defienden una supuesta estabilidad por encima de una paz real basado en los derechos universales. Es difícil hacer caso omiso de los grupos de presión y el poder que está detrás de ellos. Sin embargo, para defender los valores para los que fue creado, el Consejo de Derechos Humanos tiene dos opciones: 1) hacer caso omiso de que la soberanía del pueblo cubano está secuestrada o, 2 ) defender los valores que son la base de Naciones Unidas, reclamando el respeto de las exigencias democráticas de todos los cubanos, por lo tanto, la defensa de los derechos ciudadanos de todas las naciones.

 

Dios nos ayude a todos.

 

*Rosa María Payá Acevedo es licenciada en Ciencias Físicas y militante del Movimiento Cristiano de Liberación.

 

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