«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Declaraciones reveladoras

26 de mayo de 2016

Hace tan solo unos días, la persona que acompañará a Pedro Sanchez en la papeleta por Madrid, la magistrada del tribunal supremo: Doña Margarita  Robles, que ya había compartido cargo político con Felipe Gonzalez y se ha  reenganchado a la política – no voy a entrar aquí en la conveniencia o no de que altos cargos institucionales alternen su supuesta neutralidad en la judicatura con la participación activa en un partido político –   ha realizado unas declaraciones, afirmando que todo aquel que posee dinero en el extranjero no debía ser apto para ejercer un cargo público: así sin más…

Podía haber precisado: en paraísos fiscales con objeto de eludir obligaciones tributarias o de esconder ingresos ilícitos, o de encubrir operaciones fraudulentas, en fin, introducir algún matiz, pues dicho así por las buenas, por una magistrada del supremo, un “lapsus” significativo, preocupa y mucho por donde respira en el fondo esta persona, que ocupa un cargo tan importante relacionado nada menos que con la magistratura en el Tribunal Supremo.

En realidad es  una declaración de principios, claramente inconstitucional, pues que yo sepa la libertad de disponer de la propiedad privada es un derecho inalienable de los estados democráticos modernos, así como la libre circulación de capitales, es una conquista esencial del escenario internacional, tras tantos años de enclaustramiento económico. ¿Es que esta Señora, de verdad cree, que todos los extranjeros: ingleses, alemanes, suecos, noruegos…ciudadanos de países de un incuestionable pedigrí democrático, no tienen derecho a tener sus casas en España o un dinero en los bancos locales, si ejercen un cargo público en su tierra? ¿Es que son unos “inmorales” que no confían en sus países? ¿Es que un suizo que adquiere acciones de Telefónica o Repsol, o un francés que invierte en la Renault (por cierto, compañía francesa) de Valladolid es un  “traidor” a su patria? ¿Es que el gestor de un fondo de inversión holandés no puede comprar papel del Estado Español sin que se le acuse de infiel y sea excluido en unas elecciones municipales?

Quiero pensar, que probablemente, se haya equivocado en sus afirmaciones sin matizar, llevada por un ataque de ese puritanismo rampante que nos ha invadido a todos de pronto en España, pues no es concebible que alguien, que haya ejercido y ejerce tan alta responsabilidad, niegue a los ciudadanos españoles el mismo derecho a invertir su dinero legalmente como y en donde quieran, pues si no es así: ¿A quién estamos llevando primero a la magistratura y luego al poder político? Los electores no pueden equivocarse tanto… ¿Qué piensan de verdad las personas que tales ideas defienden? ¿En qué clase de mundo están pensando?  ¿Será que en realidad lo que estas personas  desearían, pero no se atreven a confesar abiertamente,  es que nadie, ni españoles ni extranjeros tengan la libertad de disponer de lo suyo, y que sea el estado a quien competa el repartirlo, según unas necesidades por el definidas? ¡No puede ser! pues eso es básicamente una visión colectivista, propia de dictaduras socialistas y esta señora no lo es… ¿Es ese el famoso cambio…?

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