Esta semana han sido presentados dos nuevos medios de comunicación. ¡Albricias! Es una mala época para el periodismo, pero ¿cuántos digitales hay?
Son dos medios interesantes. Uno es Artículo 14, en homenaje al artículo constitucional dedicado a la Igualdad. Un diario feminista. «Que todos los días sean 8-M», creo que dijo su directora. Pero no es un feminismo totalmente revolucionario. Es algo a medio camino entre las revistas femeninas y el feminismo agresivo de la izquierda. Ya no tratan específicamente temas de mujeres como las uñas, los niños o el orgasmo, sino temas universales «desde el punto de vista de la mujer»; por ejemplo, en Deportes cuentan que la celebración de la gabarra en Bilbao es un «privilegio» masculino porque a las mujeres no se la sacaron.
Pero no van más lejos. No se meten de lleno en la espiral que llevaría a considerar el propio fútbol una institución patriarcal que masculiniza el mundo a partir de un trato expeditivo y brutal hacia lo esférico. No van tan lejos.
Que no irán muy lejos lo sabemos con sólo ver quién está al frente. El editor es un colaborador de Casado, que reapareció en la presentación. Hay periodistas, alguno muy casadista, de la órbita PP-Atresmedia: La Razón yendo a La Sexta… el mundo yes, sir de Ferreras. Ese PP puching-ball al que a progresista no le gana nadie (y que, por tanto, sólo discute las formas: la derecha como un atildamiento, unas buenas maneras, lo mismo pero sin rencor social ni guerracivilista).
Hay en esto algo creativo, creciente, expansivo. En las columnas de Artículo14 se mezcla alguna feministas pata negra con Amón, que sería un patanegra del centrismo, el que aporta realmente el muahaha al alsinismo (núcleo del centrismo muahaha, tendente al ironismo suave, al pulimiento formal, a la moderación amiguista).
Por eso es creativo: junta feministas con centristas. Amón ya salió escaldado del trato con las feministas de El País, si no recuerdo mal, de modo que aquí la iniciativa empresarial ofrece una segunda oportunidad de aproximación. Es como una mezcla a la que nos tenemos que ir acostumbrando. Una fusión que irá seduciendo los paladares.
Por supuesto, como en cualquier iniciativa en la órbita del centroderecha hay también mujeres exC’s.
Pero ¿he dicho centroderecha? Vemos que se trata de un espacio de centro donde la derecha del PP se comunica con el feminismo, con sus firmas, sus perspectivas, su lenguaje: el privilegio, la brecha y, por supuesto, la ‘violencia de género’, a la que dedican una sección entera, que no es sino reconocer lo que ya pasa en los medios, donde el crimen machista es un elemento más del menú informativo.
En Artículo 14 (en adelante A14) hay algo curioso. Parece un sitio donde llamar machista a más gente: a Zapatero, a Junts… Es un sitio donde el ‘centroderecha’ podrá llamar machistas a los demás. En cierto modo, un feminismo liberal de otra manera. Ya no discutiendo los principios como haría Cayetana Álvarez de Toledo con su libro de Paglia bajo el brazo. Ese feminismo liberal es demasiado combativo, quizás. Esto parece ser una aceptación de la hegemonía del feminismo gubernamental pero un poco en pastel, con personas, maneras y miradas de derechas, desde donde se pueda, por ejemplo, denunciar el machismo del PSOE. Sería tanto una rendición como una forma de apropiación pepera del discurso. Descrispar el feminismo liberal y presentar otra versión.
A14 no camina solo. Seguro que hay subvenciones públicas para un proyecto así (¡Y si no las hay, debería!) pero cuenta con patrocinio de algunas marcas importantes y con las primeras gotas de publicidad institucional madrileña.
El otro medio presentado esta semana ha sido El Liberal, que va a ser el portal económico de The Objective. De la igualdad a la libertad, porque somos libreseiguales. La presentación, con más empaque, contó con patrocinio de peces gordos (Telefónica, FundaciónLaCaixa…) y a ella asistió Ayuso, la archirrival de Casado.
The Objective (en adelante TO) está consiguiendo algo digno de mención. Es capaz de incorporar a Savater, a Leguina y a Cebrián, como si quisiera conseguir El País bueno, la imitación periodística del PSOE Bueno. TO persigue la ballena blanca, una PRISA buena. Sería el lugar donde restaurar el discurso socialdemócrata canónico, la recta izquierda 78, y donde, también un poco, redimirse de ciertos pecados y errores personales. Es el lugar donde Savater puede seguir siendo Savater pero pidiendo el voto a Ayuso. Permite la torsión, el giro. Ofrece una continuidad y algo más.
Pero TO no es sólo la nostálgica persecución de EPbueno sino que coloca esas firmas junto a un portal económico liberal, que es lo que se presentaba. Síntesis. Cebrián e Iranzo. Los Lacalle, Rodríguez Braun, y el liberalismo de calcetines de colores. Reunirlos parece la consecución más real en España del socioliberalismo. Lo que era C’s, pero de un modo más firme. No seres híbridos, no muy sustanciosos, sino la convivencia de socialdemócratas y liberales con biografía alrededor del antisanchismo. TO sería la bisectriz perfecta entre ElPaís y ElMundo. Consigue un lugar justo ahí, entre medias, consigue precisar más el centro (¿esto es lo que quiso hacer ABC estos años?).
Por eso va Ayuso, que pese a lo que digan no es la derecha dura del PP, limítrofe con Vox (sólo los días impares), sino la puerta de recepción, el Barajas del centrismo: por donde le llegan los expaís y los exciudadanos…
Artículo 14 y El Liberal de TO se configuran como dos plataformas centristas pero sobre todo dos corredores de comunicación entre el PP y la izquierda. El PP y el feminismo uno; el PP y los arrepentidos del PSOE en otro caso. El feminismo y el antisanchismo propician nuevos espacios, corredores en dos direcciones: A14 sería de la derecha al feminismo; ElLiberal-TO, del PSOE a la derecha. Hay una creatividad muy grande en el centro. Siempre hay dinero para el centro. Y los espacios-pasillo son fundamentales para la comunicación PP-PSOE, que no deja de producirse. En el PP hay algo inmobiliario siempre y estas cosas son como movimientos de tierras, de solares, ocupación de lugares donde elevar promociones centristas. Invasiones PP de espacios centristas que si no salen se crean. Para conseguir el voto del socialista arrepentido (el socialista fiscalmente escaldado) hay que viajar al centro pero eso exige corredores, espacios, lugares. Hay que crearlos. Crearlos de la nada como en un burbuja de centro y hacer unas nuevas Tablas allí. Abrir el imaginario, la mete, ubicarlos. La aparente candidez conceptual del PP alberga dentro el bulldozer político inmobiliario.
Los pasillos de comunicación entre PP y PSOE nos ayudan a advertir la circularidad real entre los dos. En el PP se hacen los duros con el feminismo, con el LGTBI, con lo woke, con el aborto, pero entran en ello; y en el PSOE protestan y ponen malas caras al liberalismo económico y a la geopolítica anglosajona, pero ahí están. Renuencias complementarias.
Hay un anillo comunicado alrededor del Saturno del IBEX y Bruselas. Luego más que anillos concéntricos está el Espacio Exterior (esa cosa tan espantosa cuando al astronauta se le rompe el cordón umbilical y se pierde en la Nada cósmica moviendo los brazos).
En fin. Dicho esto, hay que celebrar que surjan nuevos puestos de trabajo para periodistas, porque el periodismo es una profesión martirizante.
