El pasado 8 de diciembre, en la ciudad de Brasilia, se llevó a cabo el lanzamiento del Instituto Conservador- Liberal, el cual está encabezado por el diputado federal Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro; junto con el abogado Sergio Santana.
La noticia fue publicada en portales y algunos medios convencionales de comunicación social del país suramericano, pero me atrevo a afirmar que ningún medio de habla hispana la ha difundido aún, a pesar que es una gran noticia, no solo para Brasil sino tambien para la región tan amenazada -hoy día- por los comunistas o “progres”.
A mediados de este mes, en este mismo portal, escribí un artículo titulado “La rebelión de los pueblos contra el comunismo”, en el cual, al mencionar tímidamente el lanzamiento del centro, expresé la necesidad de que “para que triunfe la rebelión, hace falta coordinarla, darle contenido ideológico y crear estructuras permanentes de trabajo”. Precisamente por eso, es que debemos celebrar la creación del Instituto Conservador-Liberal.
Tal como anunciaron sus creadores, el objetivo es luchar contra la guerra cultural marxista, así como “formar conciencia política por medio de cursos, investigaciones, estudios, libros, rescatar nuestra identidad nacional y participar en la vida activa de la sociedad”.
El acto contó con la presencia de los ministros de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo; de Ciudadanía, Onyx Lorenzoni; de Medio Ambiente, Ricardo Salles; de Comunicaciones, Fabio Faria; del entonces ministro de Turismo, Marcelo Álvaro Antonio, quien fue recientemente sustituido por Gilson Machado, quien también estuvo presente. Igualmente participaron varios diputados federales y estatales. El maestro de ceremonias fue Fabio Wajngarten, Secretario de Comunicación Social de la Presidencia, mostrando así el apoyo del Alto Gobierno a esta iniciativa. El evento fue grabado íntegramente por Terça Livre TV, y puede verse en el siguiente enlace.
Conservador-Liberal, a primera vista parece contradictorio, ya que se trata de dos corrientes filosóficas diferentes. Sin embargo, el canciller Araújo se encargó de dilucidar el asunto: es liberal, porque propone una economía de mercado, de corte capitalista, y porque tiene entre sus metas defender las libertades. Pero también es conservador, porque propicia los valores de la familia, la religión y de la patria, explicó Araújo, quien afirmó que, sin fuertes principios familiares, religiosos y patrióticos es prácticamente imposible garantizar la vigencia de las libertades.
Eduardo Bolsonaro, por su parte, enfatizó que la izquierda ha manejado su proyecto a largo plazo, incluida la hegemonía cultural e ideológica basada en los planteamientos del fundador del Partido Comunista Italiano, Antonio Gramsci; mientras que, por lo general, nuestros políticos, solo piensan en las próximas elecciones.
El diputado Bolsonaro considera que el Instituto Conservador-Liberal debe ser un instrumento para formar nuevos líderes y para garantizar que el proyecto político que encarna el conservadurismo permanezca más allá del mandato del actual presidente del Brasil.
Puso como ejemplo a la Heritage Foundation, organismo norteamericano que promueve conferencias, edita libros y funciona como cerebro de las ideas conservadoras. “Nosotros debemos hacer lo mismo”, al tiempo que sugirió invitar conferencistas de otras naciones para intercambiar experiencias. Hizo mención también de la Fundación Jaime Guzmán de Chile.
Sergio Santana, por su parte, denunció que las organizaciones no gubernamentales de izquierda que operan en Brasil han sido creadas e impulsadas desde el exterior con abundante financiamiento. “Cuentan con cientos de miles de dólares para financiar las ideas de izquierda”, dijo.
Para Santana, «uno de los motivos de la creación del Instituto es difundir la idea de lo buena que es la lógica conservadora… y que no hay nada de que avergonzarse por pertenecer a un partido de derecha”, contrario a lo que afirman los socialistas, quienes se han encargado de desprestigiar todo aquello que venga de la derecha.
En resumen, el Instituto Conservador-Liberal promueve, entre otros principios y valores: la Verdad, Justicia, Ley Natural y libertad responsable. Los Derechos Humanos, reconocidos como fundamentales y universales que se originan en la ley natural presente en el corazón del hombre, que sirven de base y fundamento a otros derechos. El respeto por Dios y la libertad de expresión religiosa. La protección de la vida y la dignidad humana en todas sus etapas desde la concepción. La familia como núcleo natural y fundamental de la sociedad. La libre empresa y el pleno ejercicio de la actividad económica en el mercado, así como la propiedad privada como valor fundamental y derecho inalienable.
Rechaza al socialismo y al comunismo, en todos sus aspectos, así como a toda ideología que atente contra la vida, la dignidad humana, el orden natural y las libertades fundamentales.
Quienes deseen conocer más sobre la misión, los valores y las creencias del Instituto Conservador-Liberal, pueden acceder a su página institucional en este enlace.
A la luz de la reciente creación de la Fundación Disenso en España y del instituto brasileño del cual hemos hecho mención en este escrito, existen motivos de esperanza para quienes estamos convencidos que la izquierda debe ser derrotada, no solo en el campo político sino también –y principalmente– en el campo ideológico.
Es hora que quienes compartimos valores y principios en la Fe, Libertad y Justicia vayamos a las universidades y a los medios de comunicación para impulsar sus bondades. Es hora de arrebatarle la hegemonía cultural a la izquierda, lo cual no debe ser difícil, porque el marxismo siempre ha sido un fracaso.
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