«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 1936) es escritor. Ha sido en dos ocasiones Premio Nacional de Literatura. Ha ganado el Planeta, el Fernando Lara y el Ondas. Como periodista de prensa, radio y televisión ha hecho de todo en medio mundo. Ha sido profesor de Lengua, Literatura e Historia en trece universidades de Europa, Asia y África. Sigue en la brecha.
Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 1936) es escritor. Ha sido en dos ocasiones Premio Nacional de Literatura. Ha ganado el Planeta, el Fernando Lara y el Ondas. Como periodista de prensa, radio y televisión ha hecho de todo en medio mundo. Ha sido profesor de Lengua, Literatura e Historia en trece universidades de Europa, Asia y África. Sigue en la brecha.

El sanchismo se va a pique

7 de junio de 2021

Hace unos días, el 28 de mayo ‒hoy es 7 de junio‒, mi viejo amigo, excelente escritor y muchas cosas más Jimmy Giménez-Arnau escribió en alguna parte la pieza periodística, literaria o acaso epistolar que a continuación voy a reproducir. Me tomo esa licencia en estricta aplicación de un precepto de Ortega: «Donde las cosas están, huelga contarlas». Con repetirlas, añado yo, es suficiente. Confío en que el director de La Gaceta me lo consienta.

Es un amigo el que hace unas horas me ha enviado el texto en cuestión. Le pone fecha y lo califica de «durísimo», pero no aclara dónde y en calidad de qué se publicó. Poco importa. Lo que importa es que alguien ‒Jimmy‒ lo escribió y que al menos otra persona ‒mi amigo‒ lo difundió.

Aquí va el texto… Es, en efecto, durísimo, pero coincide con lo que  yo también diría y con lo que casi todo el mundo, menos los pesebristas, los palmeros del poder, los hinchas del socialismo, los fachas de izquierdas y los cegatos mentales, dice. Es, al menos, lo que yo escucho a todas horas y por todas partes. No conozco a nadie ‒a nadie, insisto‒ que no suscriba ce por be lo que Jimmy escribe y haga suyas las mismas invectivas que el autor esgrime.

Oído al parche…

«Los crímenes más aterradores no son los que cometen los asesinos, sino los de las personas incapacitadas para gobernar.

«Un criminal satisface su locura quitándole la vida a una o a equis personas, pero un déspota sin luces ni soluciones, sacrifica las vidas de una nación entera.

«Estamos en manos de un zumbado que quiere convertir España en un país inhabitable. Cuadrado Bausela define el sanchismo: «Es un negocio electoral que utiliza un imaginario nostálgico de la izquierda como mercancía y trata a los electores como vegetales».

«Sánchez y el sanchismo pertenecen a la misma almeja. Sus hechos, sus deshechos y sus desechos vulneran el código penal y conculcan la Constitución. El mindundi desprecia al Rey, se mofa del Tribunal Supremo y del Estado de Derecho.

«Dos mil cincuenta chapuzas ‒las de su famosa Agenda‒ y otras indecencias paridas con el fórceps del  decreto ley demuestran que alguien debe dimitir.

«El maniquí ya no sirve ni de espantapájaros.
Por eso se le colaron ocho mil hijos de Alá en Ceuta y Melilla.

«Tras fracasar con sus ficticios expertos en pandemia y ser humillado por la brava Ayuso en Madrid, nadie cree en él y allá donde asoma, le abuchean.

«Atraviesa horas bajas y afortunadamente está en declive,  pero el gachó se agarra como un náufrago a su balsa y a los corruptos que lo sostienen a cambio de millones de euros y de indultos que camuflan y propician un nuevo golpe de Estado.

«Al desaprensivo y siempre gafe presidente del Gobierno le da igual jugarse España a los dados que al mus. Mientras él siga en palacio, todo lo demás se la sopla: pensionistas, vacunas, la Unión Europea, que suba la crispación, que bajen los salarios, crujirnos a impuestos, el campo, la pesca, autónomos, policías, militares, sanitarios, parados, taxistas, los sin techo, que se hunda la economía o que Biden no le coja el teléfono…

«Su narcisismo es lo único que importa. Pronto se largará de veraneo, agotado por haber mentido tanto y satisfecho por haberlo enredado todo sin arreglar absolutamente nada.

«El estío excita su vena poética… «Hay un tiempo para el castigo y otro para la concordia», pensamiento éste de un premio Nobel bengalí copiado por los amanuenses de Moncloa para justificar el perdón y el indulto, que sólo se justifican, y aun eso hasta cierto punto, cuando hay en los inculpados voluntad de arrepentimiento. El sátrapa inculto de la Moncloa, al apropiarse de la frase, se cree Rabindranath Tagore. ¿Pedirán para él el Nobel sus voceros y asesores?

«Quizá quiso y debió decir: «Hay un tiempo para la impunidad y otro para la ignominia». Pero él no se entera de lo que dice. Se limita a leer lo que plagian sus escribas».

Incluyo a continuación algunas citas concernientes al indulto a los golpistas…

«Arrimadas: «Sánchez debe hacer caso al Supremo y no cometer esa indignidad sólo para mantenerse en la Moncloa».

«Boadella: «Cataluña anda sumida en un estado de degradación absoluta y me importa un comino lo que haga Sánchez».

«Rosa Díez: «Está en nuestras manos no indultar a Sánchez, el político más corrupto de la democracia».

«Alfonso Guerra: «El indulto es políticamente indeseable y jurídicamente ilegal».

«Pedro J. Ramírez: «Si sigue adelante con los indultos, Sánchez cavará su propia tumba política».

«Y Raúl del Pozo: «Supongo que a su Majestad no le hará puñetera gracia firmar los indultos».

«Basten, como botón de muestra, estas seis voces provistas de autoridad para poner en su sitio al mindundi.

«Los esbirros del zumbado alegan que los indultos son necesarios, pues la democracia española no puede ser comparada con el régimen autoritario de Turquía. Sic. ¡Chúpate esa!

«Sánchez es un personaje rodeado de idiotas, y así le va. Su barco hace aguas. El sanchismo se va a pique».

Yo también lo creo Jimmy. Ya somos dos.

No. Dos, no. Somos muchos. Dios nos oiga, y los españoles con derecho a voto y a pataleo, también

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