«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Licenciada en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo y Máster en Periodismo de Agencia por la Universidad Rey Juan Carlos. Tras casi una década en el Grupo Intereconomía (La Gaceta, Intereconomía TV y Semanario Alba), es ahora jefa de Prensa del Grupo Parlamentario VOX en el Congreso de los Diputados.
Licenciada en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo y Máster en Periodismo de Agencia por la Universidad Rey Juan Carlos. Tras casi una década en el Grupo Intereconomía (La Gaceta, Intereconomía TV y Semanario Alba), es ahora jefa de Prensa del Grupo Parlamentario VOX en el Congreso de los Diputados.

Es país para perros

13 de febrero de 2023

‘Querida Tara’. Así comienza la carta con la que he tratado de explicarle al ‘ser sintiente no humano’ que vive en casa antes, simplemente, nuestra perra Tara los cambios vitales que todos experimentaremos con la pronta entrada en vigor de la ley llamada de bienestar animal, aprobada el pasado jueves en el Congreso de los Diputados.

Dejo el texto aquí, con permiso del director, por si algún propietario; perdón, algún titular de ‘seres sintientes no humanos’ quiere explicar a su mascota la que se avecina.

Querida Tara:

Deja de morder, por favor, ese hueso de piel de vacuno que tanto te entretiene y atiéndeme un momento, que has de saber algo importante.

En las próximas semanas, trámite parlamentario arriba, trámite parlamentario abajo, dejarás de ser un sencillo y querido animal de compañía para convertirte en sujeto de derechos.

Desde el momento en que el Gobierno estampe en el BOE su nueva norma tendrás derecho a ser tratada con dignidad, a vivir en un entorno acorde a tus necesidades, a que tus dueños perdón, los seres sintientes humanos que fuimos a por ti hace ya unos años te eduquemos con respeto, sin dañarte ni menoscabar tu bienestar físico o psíquico; y tendrás derecho a recibir unos cuidados veterinarios que te permitan disfrutar de una larga vida entre huesos, salidas al parque y carreras tras la pelota.

Tara, ¿puedes por favor dejar de mirar al infinito y atender? ¡Estamos hablando de tus derechos, TUS DERECHOS!

Sigo. Tienes derecho a no pasar más de 24 horas sin la compañía de un ser sintiente humano y a mantener tus orejas y cola en perfecto estado, sin modificación alguna. Y, por supuesto, no te quepa duda, tienes derecho a no ser abandonada.

En realidad, no habrá demasiado cambio, porque esas cuestiones a las que ahora tienes derecho ya eran antes obligaciones para nosotros, los sintientes humanos que decidimos traerte a casa.

Como digo, Tara, tú no notarás mucho cambio y me temo que aquellos congéneres tuyos que pasan demasiado tiempo solos; que no reciben el trato adecuado por parte de quienes los llevaron con ellos o que están a punto de ser abandonados… tampoco.

Y es que, Tara, has de saber que ya antes de esta ley quienes decidían hacerse responsables de uno de vosotros contraían unos deberes que, en caso de incumplirse, hacían incurrir a su protagonista en el delito de maltrato animal. Gente sin escrúpulos que abusaba de vuestra bondad, lealtad, vulnerabilidad y dependencia; a veces también de vuestro instinto, convirtiéndoos en animales violentos. Incluso y siento, Tara, que tengas que oírlo os despachaba con un tiro u os abandonaba cuando dejabais de ser útiles.

Eso pasaba, Tara, y esa gentuza, si era detectada, pagaba con multas sus miserables actos.

Ahora la cosa anda más o menos igual, pero con multas más altas. Y sí, ya sé que es curioso que los mismos que rechazan la subida de penas para los agresores sexuales porque ‘el punitivismo es una trampa’ defiendan solucionar el maltrato animal con más ‘punitivismo’. Pero así es, Tara; los seres sintientes humanos no siempre somos lógicos.

Como te decía Tara, ¿podrías, por favor, despertarte?, los nuevos sujetos de derechos notaréis poco cambio, pero algo habrá.

Vete preparando, porque después del curso de tenencia responsable de mascotas al que, como cordero al matadero acudiremos tus titulares, tendremos el ‘test de aptitud de desenvolvimiento social’. Y ese también te toca a ti; y en ese, como te pongas en plan ingobernable, nos vamos al hoyo. Suspenso fijo.

Si te hubieras despertado mostrarías tu desconcierto por esto del curso, habida cuenta de que en el mismo parque en el que juegas tú corretean niños, ¡seres humanos!, cuyos padres no han hecho curso de tenencia responsable alguno -cojan, por favor, a ese niño que se abre la crisma en el tobogán-. Pero, Tara, tú eres un perro; un ser sintiente. 

Hay otra cosa. Salvo que tus titulares decidamos convertirnos en criadores profesionales algo que no se contempla a medio-largo plazo, no tendrás cachorros. Lo prohíbe la ley que te da nuevos derechos. 

Y luego está lo de tu salud… No me gusta hablar de esto pero, si alguna vez caes muy enferma, o la vejez te tiene postrada, sin poder correr o jugar, no podremos ni contemplar el despedirnos de ti, aunque no entiendas qué te está pasando o nos mires pidiendo auxilio. Porque, dentro de tus nuevos derechos parece estar el de vivir lo máximo posible. Lo dice la ley: ‘Se prohíbe el sacrificio por enfermedad o lesión con posibilidad de tratamiento, ya sea paliativo o curativo’. Y puedes sentirte afortunada porque ese no es un derecho del que puedan presumir los seres sintientes humanos. Para ellos la Administración la misma del cursito, sí ha preferido una ley de eutanasia que, en lugar de ofrecer el tratamiento (paliativo o curativo) al que tú tienes derecho, ofrece asistencia para morir. Lo sé, Tara, España no es país para viejos.

Pero tranquila, tú eres un perro.

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