«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Biografía

España, ¡ahí es nada!

19 de diciembre de 2013

El Gobierno de Artur Mas, en minoría parlamentaria, necesitaba aprobar sus presupuestos para no convocar elecciones anticipadas. Casi todas las encuestas dan a entender que ahora Mas perdería en las urnas en favor de ERC y que esta tendencia va en aumento. Dado que en la cuestión soberanista ambos dicen casi lo mismo, al no estar ERC en el Gobierno, el desgaste de los recortes se lo lleva en exclusiva Convergencia, perdiendo voto tras voto. Es fácil entender que Mas huya de elecciones ahora y, por tanto, haga lo posible para que ERC le vote los presupuestos. Para ello Mas tenía que aceptar su condición: elaborar la pregunta que incluyera el término independiente y dar la fecha de la consulta separatista antes de acabar el año. Para no perder el apoyo de Unió, Mas inventó una bipregunta y buscó una fecha que cumpliendo lo acordado le diera el oxígeno de ganar tiempo.

 

Mientras, Rajoy, estaba a otra cosa. Pienso que su tranquilidad pretendía dejar a Mas y los suyos cocerse en su propia salsa, mientras movía hilos discretos, tanto internacionalmente como en los ámbitos económicos catalanes, al mismo tiempo que esperaba a que Rubalcaba, al menos en eso, se aliara claramente con la postura leal a España. Por fin -eso parece- el PSOE y el PP están juntos en alguna cuestión de Estado. Lástima que no lo hayan estado nunca en hacer de España un proyecto común e ilusionante que hiciera que todos, izquierda, centro y derecha, tuvieran a gala lo que casi la mayoría de los humanos tienen: un amor profundo a su patria.

 

La respuesta de Rajoy al planteamiento del arco parlamentario independentista catalán fue clara y rápida: No. Sabiendo que detrás de la respuesta está el PSOE, es la respuesta de las Cortes Generales y es la respuesta política de España. Esto cierra toda posibilidad legal para que los independentistas avancen por la vía democrática y augura que, de acabar en una iniciativa en el Congreso, como ocurrió con el llamado plan Ibarretxe, la suerte esté echada. De momento, la política catalana ha optado por una pregunta a un año vista frente a un más que probable Gobierno de ERC en pocos meses, y algo es algo.

¿Qué hacer ahora? Primero, mantener la unidad de criterio entre el PP y el PSOE, cosa nada fácil si repasamos la historia. Segundo, no confundir el Gobierno secesionista catalán con los catalanes y la autonomía con quien la gobierna. Tercero, hacer que en Cataluña se cumpla siempre la Ley y las decisiones jurídicas que hasta ahora han sido inaplicadas. Cuarto, seguir explicando, visualizando y adelantando lo que ocurrirá internacional y económicamente en una Cataluña independizada. Quinto, y fundamental, habida cuenta que después también va el País Vasco, es básico que PSOE, PP y el que se añada, se comprometan con España para hacer de esta realidad histórica un proyecto común en el que todos y cada uno de los españoles estén orgullosos de su patria. ¡Ahí es nada!.

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