«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Madrid, 1974. Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, colegiada ICAM. Gestión Pública (IESE). Dirección de Empresas del Sector de la Automoción (IE). Consejera Política. Asuntos europeos, empresariales y sector público.
Madrid, 1974. Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, colegiada ICAM. Gestión Pública (IESE). Dirección de Empresas del Sector de la Automoción (IE). Consejera Política. Asuntos europeos, empresariales y sector público.

Europa: un futuro muy caro

25 de octubre de 2022

Los que seguimos el pleno del Parlamento Europeo volvimos a asistir hace unos días a un momento cercano a lo apocalíptico cuando no pocos populares, socialistas y liberales del amplio consenso socialdemócrata de Bruselas mostraron su entusiasmo con ocasión de la presentación por la Comisión Von der Leyen de un desfasado, ilusorio e irreal Programa de trabajo para el año 2023 bajo el título «Una Unión firme y unida».

A orillas del Rin, los autoproclamados diputados «europeístas» glorificaron el quimérico y destructivo programa de trabajo de la Comisión para 2023. Un texto dictado por las élites de Bruselas que prevé poner en marcha las propuestas federalistas y globalistas de la llamada Conferencia sobre el Futuro de Europa, así como las suicidas políticas de la religión verde. ¡Y vuelta la burra al trigo! 

El programa para 2023 reza: «El programa de trabajo de este año es también el primero desde el final de la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Reflejando la riqueza de las propuestas y la importancia de cumplir con lo que los ciudadanos se sienten importantes, muchas de las iniciativas clave descritas en este programa de trabajo dan seguimiento a las ambiciosas propuestas formuladas durante la Conferencia».

Una Europa próspera y útil para sus ciudadanos es posible. Una Europa alternativa que cada día más ciudadanos patriotas desean

Cualquiera que conozca el Parlamento Europeo sabe que la desconocida por los ciudadanos Conferencia sobre el Futuro de Europa fue un obsceno ejercicio de autobombo de las élites de la Unión Europea, cuyas propuestas —únicamente federalistas y globalistas— no responden a los problemas del momento ni a las necesidades reales de la gente. 

Una conferencia oscura que no trató de Europa, del continente europeo, sino del futuro de la Unión Europea como estructura política e institucional; un ejercicio propagandístico de una Unión que se empeña en trascender la soberanía de las naciones prescindiendo de la defensa de los intereses concretos de los Estados miembros a los que se debe, aunque sus burócratas crean que son dichos Estados quienes se deben a ellos. 

Tanto la Conferencia sobre el Futuro de Europa como el Programa de Trabajo de la Comisión para el año 2023 son una demostración más de que la actual Unión Europa y sus gobiernos afines desprecian la democracia, la soberanía nacional y el mandato popular, y que se esfuerzan continuamente en sustraer a los ciudadanos su legítimo derecho a tomar decisiones.

Esta conferencia fue una grotesca mofa a los más de 400 millones de ciudadanos de la Unión Europea. Y el Programa de la Comisión para el año 2023 es otra grotesca —y devastadora— mofa a todos esos ciudadanos. 

Pero es que, queridos lectores, no contento el Ejecutivo comunitario con meter la cabeza por dónde no cabe y ahondar en la crisis sin precedentes en las que nos han sumido desde Bruselas, y olvidando la cita que en poco más de año y medio otorgará a cientos de millones de europeos la oportunidad de decidir qué Europa quieren y quiénes quieren que defienda sus intereses, en el hemiciclo de Estrasburgo se pudo escuchar cómo los representantes de esa institución no elegida y por lo tanto ilegítima han muñido para los ciudadanos un próximo año no sólo muy frío para los hogares y las empresas, sino con escasez de alimentos. Esto es, con hambre, con una reducidísima movilidad —ya nos hemos percatado de que hay que ser rico para ser verde—, un futuro con más impuestos y, en definitiva, un futuro muy caro y con menos de todo que no ofrece a los ciudadanos siquiera las más elementales bases para vivir y lograr un mínimo de desarrollo y legítima prosperidad.

La firme defensa de los ideales de los patriotas —patria, familia, hijos, tierra, trabajo, seguridad, educación, fe cristiana— ha hecho imparable su avance en toda Europa

Con todo, una Europa próspera y útil para sus ciudadanos es posible. Una Europa alternativa a la Unión Europea de hoy, que cada día más ciudadanos patriotas, orgullosos de ser europeos, aunque no federalistas, desean. 

Lo vemos en cada cita electoral (Italia, Suecia, Francia, Hungría, España, Polonia, Portugal, etc.). En las elecciones europeas de 2019 en las que los ciudadanos pusieron fin al devastador pacto en Bruselas entre los Populares y los Socialistas, cada día más vinculados entre sí y más desvinculados de los ciudadanos. En los constantes ataques y muestras de antipatías violentas del consenso socialdemócrata hacia los verdaderos europeístas, los patriotas, cuya firme defensa de sus ideales —patria, familia, hijos, tierra, trabajo, seguridad, educación, fe cristiana— ha hecho imparable su avance en toda Europa.

Sí. Una Europa próspera y útil para sus ciudadanos es posible. Una Europa unión de Estados soberanos que defienda a sus ciudadanos.

Que se vayan olvidando los europeístas, barra, federalistas, barra, globalistas del «no tendrás nada y serás feliz», porque los europeos normales y corrientes se están dando dado cuenta de que, lo cierto y verdad, es que los planes de Bruselas nos están arruinando. Y que la verdad, en contra de uniformizar, nos une.

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