La invasión de Ucrania está produciendo un cambio muy interesante en las relaciones internacionales. Los países soberanos se están coaligando para desarrollar intereses comunes y concretos. Parece que el tiempo de las grandes organizaciones omnicomprensivas (que todo lo hacían) ya no se llevan. La supranacionalidad está siendo superada por un nuevo globalismo de acuerdos concretos con mucho más respeto a la soberanía nacional.
La zona del Pacífico —que es el motor económico del mundo desde hace algún tiempo— es especialmente activa en promover coaliciones. Esta es una zona donde por las características nacionales de los países que la integran, muy distintos entre ellos, impide el establecimiento de organizaciones supranacionales como la UE.
No estaría de más que se investigara y denunciara la influencia de Podemos en nuestra política exterior
Aunque siempre nos quedará París, y ahí está la propuesta del presidente Macron de relanzar la UE con otra (¡otra!) organización que la solape con más compromiso político para países que están esperando entrar. Una especie de club de los de la lista de espera y liderada por Francia. Es la llamada Europa de los arcenes y no de la doble velocidad. Arcén en el sentido que quien no comulgue con la idea de Macron se queda fuera, aunque no se sabe muy bien lo que pretende esta segunda organización seudoUE. Quizás, poco más que una independencia militar del paraguas estadounidense, una viejuna aspiración francesa. Y es que como bien, o como nadie mejor, afirmó la secretaria de Estado Madeleine Albright: para entender a la Unión Europea hay que ser un genio o un francés…
La Gran Bretaña posbrexit o más bien liberada de tener que acompañar a los veintisiete países de la UE en todas sus iniciativas exteriores, esta protagonizando, pese a su relativa fuerza económica, política y militar, la nueva política exterior de las coaliciones. El Reino Unido ha firmado un acuerdo de defensa con Japón, y también con Suecia y Finlandia, países que han solicitado su ingreso en la OTAN. También ha protagonizado la coalición de defensa con Australia y USA (Aukus), la comunidad de inteligencia Cinco Ojos en la misma región o la Joint Expeditionary Force con los países del norte de Europa.
Para ilustrar este debate entre organizaciones supranacionales y coaliciones ad hoc nada como recordar la imagen de un impotente Borrell
Imaginemos el juego que podría dar España con su influencia cultural y geográfica en este nuevo mundo de coaliciones. Aunque la cosa esta difícil dadas las ataduras en política exterior de la UE añadido al desprestigio del actual Gobierno y su visión podemita de las relaciones exteriores. En este punto hay que destacar y denunciar las actividades del ex presidente Zapatero que no pierde ocasión en apoyar al régimen venezolano y sus epígonos ahora en Colombia con Gustavo Petro. Habrá que esperar a los nuevos tiempos, nuevos Gobiernos. Mientras tanto no estaría de más que se investigara y denunciara la influencia de Podemos en nuestra política exterior.
Para concluir, e ilustrar este debate entre organizaciones supranacionales y coaliciones ad hoc nada como recordar la imagen de un impotente Borrell cuando al poco de iniciarse la invasión de Ucrania anunció que la UE iba a imponer severísimas sanciones a Rusia como las de echarlos de las competiciones deportivas y del concurso de Eurovisión. Mientras, Putin paga su agresión con los ingresos alemanes de su petróleo y gas.
Hace falta un genio o un francés para entender esto.