«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Biografía

El juego perverso de la UE

18 de febrero de 2015

Si se quiere que los ciudadanos de la Unión Europea acaben por ser sujetos pasivos de la deuda griega, por decisión de unos negociadores comunitarios, para encauzar una situación que se les ha ido de las manos, deberían replantearse su función. Esta falta de control de las partidas asignadas a los gobiernos griegos, puede deberse a tres motivos básicos: uno su falta de competencia profesional, cuestión que no debe ponerse en duda, ya que las comisiones están formadas por personas competentes, dos, por falta de valor a la hora de enfrentarse, paralizados por los políticos, causa más probable en parte, o a que el sistema es perverso y necesita replantearse totalmente si es que hemos de seguir unidos, y por tanto corresponsables, de los actos o decisiones que emprenda cualquier miembro.

El rescate es algo que afecta a la totalidad de la población europea, a España en concreto en este momento nos congela unos 26 mil millones, más otra elevada cifra en avales (que son igual que las deudas, que nadie se confunda) para alcanzar una cifra superior a los treinta mil millones, lo cual es una impresionante cifra dada nuestra situación y los sacrificios realizados por la población nacional. Lo mismo podría decirse de otras naciones europeas, cada una a su nivel han aportado los más de 340 mil millones que se han llevado los griegos a lo largo de estos años. Por tanto si se quiere democráticamente decidir qué clase de gobierno en Grecia se encarga de resolver el problema, creo que el resto de los ciudadanos de la Unión europea también tiene derecho a votar, al fin y al cabo va a ser su dinero, y por tanto su calidad de vida inmediata la que se va a ver afectada por el resultado de esas votaciones.

No se puede prometer y engañar a una población para alcanzar el poder y pagar esa chulería irreal con dinero ajeno. Los parches no van a resolver el problema, cada vez necesitarán más dinero europeo, tarde o temprano tendremos que decidir si se les retira la red o seguimos pagándole las facturas, cuanto antes mejor, menos dinero nos va a costar.  Mientras se siga manteniendo esta engañosa  estructura de soberanías políticas periclitadas en un mundo interconectado vitalmente, no habrá  solución y el deterioro se puede extender más allá de las fronteras griegas, por ello, siguiendo la máxima aristotélica de que “nada humano nos es ajeno…” podemos parafrasear: nada de lo que ocurre en Europa, incluso en el mundo, nos es ajeno, con el agravante de que en Europa además tenemos que pagar las consecuencias de los errores ajenos. ¡Bastante tenemos con los propios!

¿Suena imposible o fantástico en estos momentos? Cierto, pero párense un instante y analicen la lógica: En esas elecciones griegas, con lo que había en juego, deberíamos haber votado todos los europeos… (El derecho a participar ya la habíamos pagado) Pero entonces ¿Qué pintaría el parlamento griego? Lo mismo que el de Tejas tratándose del IRPF o la política exterior. ¿Y los demás parlamentos nacionales?  En una verdadera Unión las decisiones políticas y económicas van de la mano y son responsabilidad de todos. Si algún miembro quiere jugar por su cuenta, debe ser expulsado sin paliativos, esa es la ineludible responsabilidad que en estos momentos tienen ante sí los dirigentes europeos, el destino de la propia Unión. ¿Estarán a la altura de esa tremenda responsabilidad? La mayor tragedia que nos podría ocurrir en España es que la gente no viera pronto, literal y físicamente, las consecuencias de una política demagógica irresponsable. 

.
Fondo newsletter