«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Escritora y artista hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vérmeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.
Escritora y artista hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vérmeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.

La estrella y la paloma

26 de junio de 2022
«¡Cuba llora!» (José Martí)

​Nacida en 1959, el año de la segunda traición de Estados Unidos a la República de Cuba —la primera fue en 1929, después han acontecido sucesivas traiciones que condujeron e implantaron más de 62 años de tiranía con la complicidad de los “amigos” del Norte—, no he conocido más que dictadura y tiranía en mi país

​Exiliada desde hace más de 32 años de manera impuesta por el régimen, padezco del dolor incesante de la distancia forzada y el castigo, aunque también con ventajas, del desarraigo; pero debo confesar que, en medio de este páramo de ausencias e indecencias, en la mayoría de las ocasiones he sido recompensada con grandes amigos que han probado ampliamente que no siendo cubanos pueden amar y respetar a Cuba con una fuerza insospechada que sólo aquella tierra inspira. Es el caso de Pedro von Eyken, autor de este libro, y de su esposa Corina. Ellos “siempre estuvieron” y están ahí, aquí. 

​La prueba es este extraordinario libro Testigo de una revolución traicionada’, en el que, sin ponerme de acuerdo con algunos mínimos puntos de vista del autor, puedo asegurar y validar su enorme importancia porque en el gran absoluto estoy convencida de que nuestro pensamiento va en la misma dirección: el de la libertad social, económica y política de una Cuba futura.

Raras son las oportunidades en que un diplomático se acerca a aquella isla por el lado crítico de la economía castro-comunista y sus desastres. Portarse relativamente “bien” mediante exageradas y apologéticas opiniones es lo que casi siempre impera en estos casos: la corrección política del izquierdismo. 

​Sin embargo, más raro es que un diplomático visite de una punta a otra la isla sitiada y convertida en una cárcel gigante, con los inconvenientes que eso conlleva, y además dedique tiempo a estudiar cada “fragmento de su imán”, que escribiría el poeta José Lezama Lima. Sabemos que ese imán es su tierra, su agricultura, su fuerza vital económica, ninguneadas y destrozadas. Y, qué duda cabe, su gente. 

​Todavía más extraño es que un diplomático argentino se preocupe por los opositores, anhele conocerlos, y una vez que los encuentre se inquiete por ellos y por sus familias. Soy testigo de que de Pedro von Eyken y su esposa iniciaron y continuaron ese tipo de relación con opositores del Movimiento Cristiano Liberación, y con otros; todo esto con el único interés de ser justos, precisos, de no equivocarse ni opinar sin conocer la realidad, la verdadera.

Vladimir Putin y Xi Jinping son dos aliados valiosos para Raúl Castro y su monigote Miguel Díaz-Canel

​Este libro es pura verdad, “pura vida”, como dirían los costarricenses, quizás con un sentido más filosófico a través del desenvolvimiento o, mejor dicho, subdesarrollo de un país que habiendo sido en 1957 después de Venezuela y Argentina el más adelantado de la región, y de pasar del estado de “en vías de desarrollo” a “país subdesarrollado” (gran diferencia), cayó en un pozo oscuro de autoaislamiento e invalidación mental mediante la ideología marxista, transformada y exigida como creencia y religión, y a través de unos raros parámetros de inmoralidades cuyos efectos desposeyeron a los cubanos de amor propio, convirtiéndolos en tullidos de pensamientos, seres procaces y alteradamente emocionales y groseros.

​Pedro von Eyken comprendió el fenómeno que nos aqueja e incluso así prefirió mantenerse en el relato directo, osado, resuelto, comprometido, cual testigo (¿de cargo?) de cómo el desmoronamiento de la sociedad y de la identidad cubana sucedió a la par que el “desmerengamiento —para usar una palabreja de Fidel Castro— de su entramado económico; gracias a la pericia o carencia de ella, en un inicio, del Che Guevara, el mayor asesino de cubanos.

​Recuerdo la primera vez que conocí a Pedro y a Corina. Fue en Barcelona. Nuestra conversación no se desvió hacia nosotros o nuestras individualidades, hablamos sobre Cuba. Sobre Cuba y sobre los cubanos, a través de Cuba nos hemos ido conociendo, a través de los cubanos ilustres nos hemos respetado. Cuba nos ha hecho amigos y nos ha conducido a querernos como hermanos. Al menos así yo lo siento. 

En Cuba, el engaño divorcia de la auténtica realidad a la mayoría de los que llegan con una venda en los ojos a la isla con la intención de gozarla

​Devoré la tesis que dio origen a este libro y he devorado de igual modo el libro, lo leí de un tirón y lo he analizado durante días. Es muy bueno cuando un libro acerca de tu propio dolor, del dolor de tu país, se queda plantado en la mente, sin poder apartar su lectura durante semanas y meses. Así ha sido conmigo. Los lectores aviesos aprenderán que existe una forma de mirarnos, de observarnos, de aproximarse a Cuba y a los cubanos, todavía con amor y respeto, haciendo una crítica que sólo podrá ayudarnos en el futuro. 

​Los lectores inexpertos en el tema de aquella isla descubierta por Colón, “la tierra más hermosa que ojos humanos han visto”, según las primeras palabras del descubridor al pisar nuestro suelo (citadas al final), recorrer sus playas y descansar bajo las frescas arboledas, se asombrarán frente a una realidad que tiene que ver con una única heroicidad: la del pueblo cubano y sus maniobras de subsistencia bajo las miserias indecorosas del totalitarismo comunista. Todo contado con una escritura que demuestra, enseña y analiza con crudeza y, al mismo tiempo, con elegancia. Lo que a estas alturas los cubanos agradecemos.

Quisieron que fuéramos como el Che y nosotros quisimos ser como José Martí. Cambiar el fusil por la pluma no es fácil. Fácil es matar

​No estoy de acuerdo con Pedro von Eyken en su visión del embargo. Creo que el único embargo que daña a Cuba es el bloqueo que la tiranía impone a ese pueblo. Las remesas del exilio y las ayudas caritativas de Estados Unidos, que se cuentan por miles de millones, alivian al régimen y no al pueblo, el pueblo nada recibe. El régimen, por el contrario, ha conseguido afianzarse en el poder después de haber recibido ayudas y posicionamiento a su favor de la URSS (30 años de ocupación invasiva en los que no se mencionaba el embargo norteamericano para nada, no existía, como tampoco ahora existe), apoyo completo del CAME, insisto, durante treinta años; después de haber esquilmado a Venezuela y de negociar con el resto del mundo, beneficiándose invariablemente. 

​Dos grandes potencias comercian con el régimen castrista, además de numerosos países: China y Rusia. Vladimir Putin y Xi Jinping son dos aliados valiosos para Raúl Castro y su monigote, Miguel Díaz-Canel, puesto a dedo. Estados Unidos, por demás, comercia con la cúpula del poder isleño por debajo del tapete. ¿De dónde provienen los pollos, latas de Coca-Colas, medicamentos cuyas donaciones son vendidas a los cubanos, y los productos con etiquetas Made in Florida o de otras ciudades norteamericanas? No habrá que averiguar tanto. 

​‘Testigo de una revolución traicionada’ es la historia de mi vida sin nada, de ‘mi nada cotidiana’ y la de once millones de cubanos

​Desde luego, que en muchos otros aspectos de la certera mirada de Pedro von Eyken coincido con él. Y, por supuesto, lo que sí ambos sostenemos con claridad meridiana es que la isla lleva demasiado tiempo en un estado miserable de sobrevivencia donde el engaño divorcia de la auténtica realidad a la mayoría de los que llegan con una venda en los ojos a la isla con la intención de gozarla, y se marchan con la misma venda, aunque sangrándole la billetera, pero todavía ciegos de a porfía.

​‘Testigo de una revolución traicionada’ es la historia de mi vida sin nada, de ‘mi nada cotidiana’ y la de once millones de cubanos. La historia de esos cubanos que han ido despertando del letargo y de la inmovilidad a puro golpe de soledad y de olvido. Quisieron que fuéramos como el Che y nosotros quisimos ser como José Martí. Cambiar el fusil por la pluma no es fácil. Fácil es matar. Lo difícil es escribir 26 tomos de poesía, verdad, libertad y belleza, y que más de 100 años después todavía lo leamos y evoquemos con amor y vehemencia. Rescatar a Martí del castrismo que lo convirtió en rehén de sus ambiciones es también el propósito de la lectura de estas páginas.

​No tengo cómo agradecer este libro de Pedro von Eyken, un prefacio no resultaría suficiente. Porque esta obra, como en aquella frase pronunciada en Tampa en 1891 por José Martí: “Yo traigo la estrella, y traigo la paloma, en mi corazón”, también trae la estrella y trae la paloma en el corazón de su autor.

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