«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Director de Rius TV en YouTube. Trabajó antes en La Vanguardia y en El Mundo. Director de e-notícies durante 23 años.
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La Gran Cataluña

16 de abril de 2025

No se lo creerán pero el otro día, en un arrebato, llamé al hasta ayer delegado de la Generalidad en Perpiñán para felicitarlo. Ni siquiera hablé con él. Y el funcionario de la «embajada» que me atendió lo hizo de mala gana en cuanto supo el motivo de la llamada.

En efecto, Christopher Daniel Person compareció en el Parlamento catalán el pasado mes de marzo y se negó a utilizar la expresión de «Catalunya Nord». El nombre con que los independentistas se refieren a los territorios de habla catalana en el Sur de Francia. «Por lo que respecta a la denominación del territorio, el Estado francés solo reconoce la denominación de Pirineos Orientales», afirmó. Justificó su postura por «neutralidad institucional» y manifestó que «en un territorio que no es España hemos de respetar la denominación oficial del Estado francés».

Yo me dije: por un fin un delegado de la Generalidad con los pies en el suelo. Además, tenía un buen currículum. Nacido en Cervera (Lérida) de familia francesa; habla catalán, castellano, inglés y francés. Graduado en lenguas aplicadas por la Universidad Lyon III-Jean Moulin. Es también politólogo por la UAB y máster en civilización anglófona y sociología por la Sorbona. Aunque, lo más importante, procede del sector privado: había trabajado en Apple en Irlanda. También, para otras compañías, en Madrid, Portugal y Francia.

Ha durado, sin embargo, poco la alegría en casa del pobre. El gobierno catalán lo ha destituido en su reunión de este martes. Oficialmente, ha cesado a petición propia. Pero ERC ha salido a sacar pecho: «Destitución hecha». El diputado de Junts Agustí Colomines —historiador para más señas— ya se removía en su asiento el día de la comparecencia. Y luego tanto Junts como ERC sacaron el tema en último pleno. Estaba sentenciado. Y es una lástima.

Yo siempre digo que la «Catalunya Nord» no existe. Desde luego, hay vínculos lingüísticos, históricos e incluso sentimentales. Pero cuatrocientos años de pertenencia a Francia han dejado huella. Entre otras razones porque hay un detalle que la historiografía oficial suele omitir. Perpiñán, en esa época la segunda ciudad del Principado, fue conquistada por tropas francesas y catalanes en 1642 a la Corona española. Con tan mala fortuna que luego quedó definitivamente francesa. Y así hasta ahora.

Antes del mitin de Puigdemont en febrero del 2020, me encontré a un francés que había sido dirigente de Convergencia. Estaban excitadísimos porque habían conseguido montar una candidatura conjunta entre los centristas, los socialistas, los ecologistas y los catalanistas. Con tan mala suerte que Louis Aliot, entonces pareja de Marine Le Pen, arrasó luego en las elecciones.

Mientras que en la reforma administrativa del Estado francés del 2016, que redujo el número regiones, ni siquiera consiguieron colar el nombre en la nomenclatura oficial. Al final, el departamento fue bautizado con el de Pirineos Orientales. Ni que decir que mi opinión sobre la Catalunya Nord es extensible a la Comunidad Valenciana y a las Islas Baleares a pesar de los intentos de TV3. Al fin y al cabo, PP y PSOE se han alternado sucesivamente en el gobierno de ambas comunidades autónomas.

Por eso, habría que hacer caso de Tarradellas. En los inicios de la Transición, fue a verle un periodista catalán y le dijo: «Sobre todo, no me venga a hablar de la Catalunya Nord». «No creo en los Països Catalans reunificados. Mallorca, Valencia o el Rosellón tiene sus problemas, que abordarán cada uno a su manera», añadió el presidente de la Generalidad provisional E insistió: «Los problemas del Rosellón no se arreglarán en Barcelona. Han de ser resueltos por los rosellonenses y por el conjunto de franceses». La anécdota es verídica. La cuenta el periodista y escritor Xavier Febrés, que era corresponsal el diario francés L’Indepéndant en su libro A tres quarts d’hora de Perpinyà (Edicions 62, Barcelona 2006, pàgina 21).

Pese a ello, la cadena autonómica, el Ara o El Punt-Avui nos machacan cada día con el mapa del tiempo de los Països Catalans. Es el sueño erótico del independentismo. Seguramente porque una entidad con mayor superficie territorial habría tenido más posibilidades de éxito.

Ni siquiera Jaime I pudo acometer la conquista de Valencia solo con tropas catalanas. A diferencia de Mallorca. Y luego cometió el error garrafal de dividir el reino entre sus hijos. Lo que sin duda debilitó la Corona. El Reino de Mallorca se mantuvo independiente entre 1276 y 1349. De hecho, en Perpiñán, todavía hay un palacio que se llama Palacio de los Reyes de Mallorca. Si van, no dejen de visitarlo. Yo ya lo he hecho.

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