«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 1936) es escritor. Ha sido en dos ocasiones Premio Nacional de Literatura. Ha ganado el Planeta, el Fernando Lara y el Ondas. Como periodista de prensa, radio y televisión ha hecho de todo en medio mundo. Ha sido profesor de Lengua, Literatura e Historia en trece universidades de Europa, Asia y África. Sigue en la brecha.
Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 1936) es escritor. Ha sido en dos ocasiones Premio Nacional de Literatura. Ha ganado el Planeta, el Fernando Lara y el Ondas. Como periodista de prensa, radio y televisión ha hecho de todo en medio mundo. Ha sido profesor de Lengua, Literatura e Historia en trece universidades de Europa, Asia y África. Sigue en la brecha.

La nueva pandemia será de Alzheimer

12 de julio de 2021

Y afectará, sobre todo, a España.

No hablo de virus biológicos, sino de bacterias políticas, culturales e ideológicas. Incluso filosóficas.

¿Y por qué, sobre todo, España?

Porque es el país del mundo en el que hay más progres por metro cuadrado y un gobierno que es como el borrador de una pizarra y quiere borrarlo todo.

¿Todo? Póngame ejemplos.

Aquí va uno… El idioma, su léxico y las leyes ortográficas y gramaticales que lo rigen. Olvidar la propia lengua es olvidarse de pensar, de leer y de escribir. O sea: dejar de ser racional y volverse analfabeto.

Más ejemplos…

 La autorictas y la docencia, que siempre van unidas. Sin ellas todo se torna indecencia ética y moral.

  ¿La ética y la moral no son lo mismo?

No. La ética es el estudio de los valores morales. La moral es el conjunto de costumbres, normas y tabúes en los que esos valores toman cuerpo social o individual. 

 Más ejemplos. Estoy famélico.

  No me extraña. Nos están reduciendo al esqueleto.

 Es usted muy optimista. Hay quien cree que ya sólo somos cenizas.

También quieren borrar los sexos, amputar a los varones y extirpar a las mujeres sus órganos genitales. Las ingles no serán ni cóncavas ni convexas. Se acabó el yin, se acabó el yang. Seremos unipolares, neutros, amorfos, asexuados, castrados…

¿Usted lo es? 

No. Pero sí soy un fin de raza. Me gusta reír, pensar, comer, beber, follar, amar, leer, escribir, correr los toros, saltarme las normas, mezclarme con la vida…

 ¡Chsss! No diga usted esas cosas. Van a detenerle. 

No pueden. El garantismo se lo impide. Ya no estoy en edad penal.

 Sin sexo, sin idioma, sin escuela, sin autoridad, sin moralidad… ¿Qué nos queda?

Nada, si los planes de lobotomización general de la especie ibérica emprendidos por el gobierno llegan a término, porque quieren arrebatarnos, además de todo lo dicho, la memoria de la historia, y discúlpeme usted el pareado, que es tan cacofónico como el totalitarismo subyacente a la Ley de Desmemoria Democrática e Histórica que están a un tris de promulgar con el apoyo de golpistas, terroristas, separatistas y otras gentes de mal vivir.

¿Por eso hablaba usted de una pandemia de Alzheimer?

Pues sí… ¿Acaso no consiste esa enfermedad cognitiva y degenerativa en perder la memoria de lo que hicimos, de lo que otros hicieron, de lo que vimos, de lo que oímos, de lo que supimos, de lo que leímos, de lo que escribimos, de lo que sentimos, de lo que quisimos, de lo que detestamos, de lo que amamos, de quiénes fuimos, de quiénes somos y de quiénes seremos? La sabiduría de nuestros antepasados giraba alrededor del principio grabado en el dintel del santuario de Delfos: nosce te ipsum, conócete a ti mismo. La consigna del actual gobierno español es la contraria: olvídate de quién eres. A punto están de conseguirlo.

Fondo newsletter