Nota: El título original del artículo de Alfonso Ussía es: «Las diez estocadas en lo alto de la sentencia que sitúan a Marlasca, a su secretario de Estado y a la directora de la Guardia Civil al borde o inmersos en el delito de prevaricación«).
1/ «No podemos concluir más que el motivo de la decisión discrecional de cese era ilegal, en tanto que el cese estuvo motivado por cumplir con lo que la ley y el expreso mandato judicial ordenaban».
2/ «No se trata de un cese por pérdida de confianza; es en realidad una sanción administrativa encubierta consecuente a que el Coronel no llevó a cabo el acto abiertamente ilegal que de él se esperaba».
3/ «La legalidad no puede ser arrinconada por la discrecionalidad. Por el contrario, las potestades discrecionales deben ejercitarse dentro de la legalidad».
4/ «A efectos organizativos era innecesario que la cadena de mando comunicara a la Directora General de la Guardia Civil la existencia de la investigación, sino que así se hizo debido a la singularidad de la persona investigada». (El Delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco).
5/ «La Magistrada había ordenado al Capitán Jefe de la Unidad de Policía Judicial que extremase la cautela». ( en relación a las solicitudes de información por parte de la dirección política de la Guardia Civil y Ministerio de Interior).
6/ «Unas investigaciones que por la legislación aplicable y por las expresas órdenes impartidas por la Magistrada titular del Juzgado de Instrucción nº 51 de Madrid, estaban sujetas al deber de reserva tanto de la UOJP como sus superiores, en este caso el Sr. Pérez de los Cobos».
7/ «La Resolución de cese, en sentido estricto, no contiene motivación alguna de la decisión adoptada, y se limita a justificar la competencia del órgano que la dicta. (En este caso, el Secretario de Estado de Interior).»
8/ «La premura e inmediatez de la propuesta de cese y de la Resolución del Secretario de Estado acordando dicho cese, resulta más propia de una sanción disciplinaria urgente, expeditiva y ejemplarizante que, en su caso, habría requerido sustanciar un procedimiento sancionador con las garantías inherentes al mismo, y no de un cese en el destino por supuesta falta de idoneidad o pérdida de confianza».
9/ «El testigo (el DAO Laurentino Ceña) le pidió parar el cese (de De Los Cobos) para llevar a cabo investigaciones sobre las circunstancias, y que el interesado pudiera aducir en su defensa, lo que rechazó aquella (la Directora de la Guardia Civil) porque la decisión estaba tomada por Moncloa y se le iba a cesar».
10/ «(De los Cobos) fue calificado por sus superiores durante los dos años en los que ha ejercido el mando de la Comandancia de Madrid con una puntuación global de 9,76 y 9,81 sobre 10, lo que indica la altísima valoración de sus superiores sobre su actuación profesional en esa responsabilidad».
Estas diez frases de la sentencia resultan demoledoras y devastadoras para la dignidad, el sentido de la justicia y el abuso de poder de La Moncloa, del ministro del Interior, del secretario de Estado de Interior y de la directora general de la Guardia Civil. Vergonzoso y cínico cese motivado por el cumplimiento del deber y de las órdenes de la magistrada que sitúan al ministro, al secretario de Estado y a la directora general de la Guardia Civil inmersos en el delito de prevaricación.
No satisfechos con su perverso proceder, meses más tarde, en contra del dictamen de la Guardia Civil y su valoración personal y profesional, exclusivamente sujeto a méritos profesionales y de servicio, el coronel Pérez de los Cobos, número uno entre los coroneles propuestos para su ascenso a General, fue histéricamente eliminado mientras ascendían los números dos, tres y cuatro, con excelente pero peor puntuación que el coronel perseguido por la injusticia, la histeria, el separatismo catalán, Bildu, el PSOE y Podemos.
Ni Marlasca, ni el Secretario de Estado (que tiene muy mala pinta) ni la Directora General de la Guardia Civil han dimitido o han sido cesados. Vergüenza nacional sumada a la desvergüenza del Gobierno.