La tierra de los kazajos, cerca ya de Mongolia, siempre fue una estepa dura. Tal es el rapto que hasta un aficionado al ciclismo es capaz de olvidar que Kazajistán es el país del equipo Astaná, el de Vinokourov y su lío con el doping. ¿Quizá el jet-lag? No creo, viajó al Este. Sin embargo,Rajoy dijo cosas sobre España aún más extrañas: ”Voy a dar la batalla…”. Frase que sin duda debemos al influjo de los belicosos de los kazajos. Y aún queda lo mejor: “Quiero una Cataluña española y una España catalana”. (Me pregunto si alguien habrá cobrado por ese eslogan). Para acabar pidiendo un gesto de “grandeza” a Artur Mas. Pero Mas tiene agotado en su complejo calendario el tiempo para “grandezas” y, con desgana, le mordió la mano dándole la vuelta al término: “La mejor grandeza es dejarnos votar la independencia”. Podría haberle dicho “¡Váyase usted al guano!, pero los que fueron a colegios de pago, tienen su forma de decir.
Francamente, después del ultimátum del Parlament de Cataluña a su Gobierno, Rajoy no parece que sepa por donde avanzar (el otro tampoco lo sabe, aunque le da igual). Lo razonable, como le gusta decir al presidente Rajoy, no es otra cosa que hacer que el Estado vuelva a Cataluña de donde desapareció escalonada y orquestadamente porque otros y el propio Rajoy prefirieron la pax pujoliana o tripartita y compraron en una operación “paz por territorios políticos” que dejó huérfanos en Cataluña a tres millones de españoles que quieren ser españoles. Esos claman: déjense de gansadas y resuelvan esto de la mejor forma posible. La grandeza, señores, viene después de que se cumpla la ley (esa que hoy impide los referendos) y las sentencias judiciales esas que dan la razón a los padres que quieren escolarizar a sus hijos en lengua castellana.
Tres décadas y media de cesiones y cesiones que hay que echar atrás. Les pongo dos ejemplos: Mas le pidió policías al ministro del Interior, Alfredo Pérez, por una oleada de robos y éste se los envió. Mas le clavó: “Ministro ya sabes que aquí de uniformes, nada, y de coches con eso de “Policía Nacional”, menos”. ¿Saben qué hizo Rubalcaba? Pues ceder. ¿Algún Delegado del Gobierno en Cataluña ha tratado de hacer cumplir la ley de banderas? La respuesta es “no”.
Otrosí, los cargos de la Administración del Estado, desde la dirección de Efe al delegado especial del Estado para la Agencia Tributaria, se negocian con Convergència i Unió. ¿Los elegidos le deben el cargo al Gobierno o a CiU?. Hay un caso muy claro. Un alto funcionario que saltó de ser delegado especial del Estado en Hacienda a ser diputado de CiU en el Congreso, hasta que optó por la privada. Desde allí asesoraba a Oriol Pujol Ferrusola, en el diseño del mapa de las estaciones de inspección de vehículos (ITV) que convirtió en imputado al hijo de Pujol y secretario general de Convergència por presunto tráfico de influencias.
