«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Escritora y artista hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vérmeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.
Escritora y artista hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vérmeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.

Lo que le espera a México no es jamón

10 de junio de 2024

Varios amigos mexicanos y cubanos coinciden en la observación de que lo que espera a México con la nueva presidente, Claudia Sheinbaum, como decimos en Cuba, no es jamón, o sea, no será nada suave. De hecho, algunos afirman que, si con AMLO la gente se vio al borde del infierno, ahora con esta señora, y con sus acciones futuras probablemente los mexicanos se cocinen en sus llamas, extrañen al comunista anterior, amigo de los Castro, y pendiente del régimen de La Habana para todo.

Pues bien, al parecer la dependencia de México del Comité Central de Cuba se acentuará, pues al observar el historial de la nueva presidente, de sangre judía, pero con una franca debilidad por Hamás y Palestina, como se ha podido comprobar desde la masacre terrorista del 7 de octubre, envuelta en la kufiya, símbolo llamado en la antigua Mesopotamia hatta, confeccionado con tela e hilos blancos y negros, cuyos dibujos indican todavía hoy un estatus social humilde, rural y patriarcal, esto último, lo de patriarcal, sumamente importante, podríamos como mínimo sospechar. 

Claudia Sheinbaum proviene de una familia sumamente patriarcal con una ideología comunista muy centrada en la figura del macho, por lo cual nada feminista. El comunismo es lo más antifeminista que se pueda imaginar. En Cuba al marxismo se le llamó en tono de broma, —como si para bromas hubiéramos estado—: machismo-leninismo; debido al carácter machista de sus dirigentes. En ese ambiente creció y se formó Claudia, la artista devenida científica.

Su relación con La Habana es mucho más seria y compleja, dado su sujeción ideológica, que una simple relación sentimental. De Cuba surge su estirpe comunista, de un extremismo particularmente severo. Sus abuelos, sus padres, y ella misma fueron adiestrados en Cuba.

El abuelo, Juan Sheinbaum, miembro del Partido Comunista de Cuba desde 1925 hasta 1928, debió abandonar la isla al ser expulsado de Cuba hacia México. En México, Juan Sheinbaum se convirtió en un contacto de confianza de Fabio Grobart, el comunista polaco-cubano que llevó a Fidel Castro al poder. El que quiera leer que lea, el que quiera entender que entienda. La cabeza de la hidra sigue estando en Cuba, no me canso de repetirlo.

Sus padres fueron íntimos amigos de los Castro, especialmente de Fidel Castro, y ella misma tuvo una relación muy íntima y personal con personalidades referenciales del castrismo.

Casada en la actualidad con el exbanquero español Jesús María Tarriba —vaya, vaya, ¿no existe una comunista casada con un obrero pobre?—, la señora presidente de México ha propuesto en diversas ocasiones, lo llevaba en su programa, el cambio inminente de la Constitución, lo que hacen todos los comunistas en cuanto toman el poder. Además de que se le puede oír y ver en vídeos hablando un perfecto lenguaje típicamente seductor, usado por los de la hoz y el martillo, hasta que se apoderan de los votos y se aferran al puesto. Quien ha vivido bajo un sistema totalitario de corte stalinista lo reconoce al momento.

No, no podemos decir que la comunista se haya escondido para engañar al pueblo mexicano. El pueblo mexicano lo sabía y votó por ella.

Que hubo fraude electoral, como se está tratando de aclarar a estas alturas, y como afirma Marko Cortés, del PAN; pues, bien, si lo hubo en Estados Unidos, lo hubo en Brasil y en Colombia, qué esperaban. Hasta que los pueblos y sus líderes no comprendan que deben movilizarse para ir a votar y también para vigilar sus elecciones, eso será lo que sucederá sin remedio alguno. Es el sistema castro-comunista incorporado a la pseudo democracia, pero todavía no acaban de darse cuenta, dentro del que se celebran elecciones desde hace décadas, con un solo partido participativo, donde salen electos los mismos con más del 98 por ciento… Es así, no hay más, ahora a tragar buches de sangre.

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