«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Santanderino de 1965. De labores jurídicas y empresariales, a darle a la pluma. De ella han salido, de momento, diez libros de historia, política y lingüística y cerca de un millar de artículos. Columnista semanal en Libertad Digital durante once años, ahora disparo desde La Gaceta. Más y mejor en jesuslainz.es
Santanderino de 1965. De labores jurídicas y empresariales, a darle a la pluma. De ella han salido, de momento, diez libros de historia, política y lingüística y cerca de un millar de artículos. Columnista semanal en Libertad Digital durante once años, ahora disparo desde La Gaceta. Más y mejor en jesuslainz.es

Los cuatro bichos del apocalipsis

2 de junio de 2025

Ahora que se acercan los calores estivales, y con ellos los habituales mensajes alarmistas en todos los medios de comunicación, es buen momento para recordar que el calentamiento global antropogénico impera sobre la Humanidad. Sea verdad o mentira, sensato o desquiciado, la política mundial gira en torno a él. Y más que girará, según indican todas las tendencias. Parece que la llegada de Trump a la Casa Blanca, con sus medidas contra el totalitarismo calentológico, ha provocado un relativo acallamiento de los voceros apocalípticos, pero aparte de la improbable continuidad de la dubitativa política trumpista, la inercia calentológica tardará décadas en frenar del todo.

La revista Science publicó en 2018 un artículo, «Los impactos globales de la producción alimentaria», en el que se afirmaba que un 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen del sector de la alimentación. También se ha señalado que reducir a la mitad el consumo de pollo y cerdo equivale a eliminar cuarenta y cinco millones de coches. Por lo menos en lo que se refiere al cerdo, podremos contar con la colaboración entusiasta de la creciente comunidad islámica en suelo europeo.

Como se ha dicho que los eructos y ventosidades de los mamíferos contribuyen grandemente con el calentamiento global, al ganado, especialmente el bovino, le ha caído encima la acusación de cómplice del ecocidio. Por eso se pretende disminuir drásticamente el consumo de carne y leche. El propietario de Amazon, Jeff Bezos, ha aportado una cifra millonaria para desarrollar una vacuna que elimine los pedos de las vacas. Según parece, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas español participa en el proyecto.

Otras revistas, como el prestigioso National Geographic, suelen publicar artículos promoviendo consumir menos carne y productos lácteos. En uno aparecido en septiembre de 2022 se afirmaba que así se conseguiría reducir un 66% de la huella de carbono. Otro dos años posterior presentaba los insectos como el alimento del futuro por sus grandes cualidades: alto valor proteico, obtenibles con pocos recursos y producibles con técnicas respetuosas con el medio ambiente. El obediente gobierno de Pedro Sánchez repite los mandamientos al proclamar que los insectos se caracterizan por su alto contenido de grasa, proteínas, vitaminas, fibra y minerales, «lo que permite facilitar la transición hacia dietas saludables y más sostenibles con el medioambiente».

Pero, sin estar previamente aterrorizado por las consecuencias de no hacerlo, ¿quién, normalmente constituido, iba a aceptar pasarse de la vaca, el cerdo y el pollo a una dieta de grillos, langostas migratorias, larvas de escarabajo del estiércol y gusanos de la harina? Porque éstos son los cuatro bichos cuya comercialización ha sido aprobada por la Unión Europea. Y sólo es el primer capítulo. A lo que hay que añadir la carne sintética, tan apetecible.

¿Hay alguien capaz de creerse que los mandamases de la ONU, la UE y los gobiernos nacionales, que con tanta energía promueven todas estas novedades, comen grillos? También el Foro Económico Mundial de Davos se ha destacado por su insistente promoción de la dieta insectívora. Seguro que los multimillonarios que allí se reúnen no les hacen ascos a los bichos de muchas patas, pero sólo los marinos. Los grillos se los dejan a los votantes. Hablando de votos, ¿quién ha elegido a estos y otros cenáculos privilegiados? ¿El pueblo con sus votos?

Y lo más interesante de todo es que la principal colaboradora de estos oligarcas megamillonarios es la izquierda de todo el mundo. La tenaza perfecta para acabar con la libertad de todos. Y no sólo la de comer…

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