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Hughes, de formación no periodística, es economista y funcionario de carrera. Se incorporó a la profesión en La Gaceta y luego, durante una década, en el diario ABC donde ejerció de columnista y cronista deportivo y parlamentario y donde también llevó el blog 'Columnas sin fuste'. En 2022 publicó 'Dicho esto' (Ed. Monóculo), una compilación de sus columnas.
Hughes, de formación no periodística, es economista y funcionario de carrera. Se incorporó a la profesión en La Gaceta y luego, durante una década, en el diario ABC donde ejerció de columnista y cronista deportivo y parlamentario y donde también llevó el blog 'Columnas sin fuste'. En 2022 publicó 'Dicho esto' (Ed. Monóculo), una compilación de sus columnas.

Los látigos de Ángel Cristo

19 de abril de 2024

Es el último grito en rencillas. Antes reñían las parejas, pero como hay menos, ahora riñen los hijos con las madres. Kiko Rivera puso verde a la Pantoja, Telecinco profundizó en los problemas entre Rocío Flores y su madre Rocío Carrasco y ya Tita Cervera se las tuvo con su hijo Borja

Hay algo sagrado en ese vínculo. Cuando la Pantoja subió al escenario al pequeñísimo Paquirrín para que dijera «canne«, ¿no era como una virgen con niño? Es la suma ternura, pero luego los niños crecen, y pasa como a Carmen Borrego con su hijo Alejandro o a Bárbara Rey con Ángel Cristo junior.

El primero dio con su mujer una extensísima entrevista en la que vendían la separación y culpaban a una tercera persona que no era el personal trainer sino la Borrego.

Ahí el conflicto madre-hijo se naturaliza por uno más comprensible. No sería tanto lo edípico o una herencia como el eterno conflicto entre la suegra y la nuera, universal femenino en el que el feminismo, por cierto, no se ha metido mucho… Ni Judith Butler ni gaitas.

Lo de Ángel Cristo Jr. es diferente. Contó que le daban orfidal en el biberón y que fue niño fotógrafo en el mítico reportaje con Fran Francés (de esa estirpe de nombres como Dani Daniel). La entrevista reveló además todo un personaje. El hijo de Bárbara resultó flemático, frío, imperturbable. Es como Lunin y ahora está en ‘Supervivientes’ haciendo de malo oficial porque quien habla mal de la madre incumple un mandamiento y está condenado a errar por Telecinco como por el Viejo Testamento.

Pero Ángel Cristo Jr. (en realidad, Ángel Papadopoulos García, artísticamente Cristo Rey) ha reservado la ternura para el padre, cuyo nombre quiere reivindicar (en lo reivindicable). Sería un poco lo de José Antonio con Primo de Rivera, pero en otro plano. Ángel Jr. ya ha dicho que desearía tener cosas de su padre que no tiene. Si Fran Rivera reclama a la Pantoja los trajes de torero de Paquirri, Ángel reclama los trajes de domador y los látigos, al parecer en poder de una amiga. Preguntada por los periodistas, ella ha dicho que lo que realmente quiere son las memorias. El domador habría dejado escrita la historia de su vida, lo que desboca por completo la fantasía aun a sabiendas de que las memorias interesantes ahí serían las de los leones. Lo que tuvieron que ver esos félidos entre rugido y rugido… Los leones de Ángel Cristo y los del Congreso, ¿serán parientes? ¿serán los mismos? Los látigos de Ángel Cristo deberían estar en manos del hijo o en un museo, porque no son un objeto más.  Si nos preguntaran qué preferimos, si el látigo de Indiana Jones o el de Ángel Cristo, no lo dudaríamos. Ya imaginamos el zurriagazo desencadenado, ¡chas-chas!, como si estuviéramos en Ben-Hur… La energía en ese objeto fetiche es grande y es mucha privación que no lo tenga el hijo. ¡Qué desposesiones fálicas, edípicas, hamletianas y tremendas las de esos hijos!

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