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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Arturo García (San Vicente de la Barquera, 1991). Periodista. Me licencié en la Universidad Complutense. Aprendí de los buenos y ahora intento aplicarlo con mayor o menor acierto a otros ámbitos de la comunicación.
Arturo García (San Vicente de la Barquera, 1991). Periodista. Me licencié en la Universidad Complutense. Aprendí de los buenos y ahora intento aplicarlo con mayor o menor acierto a otros ámbitos de la comunicación.

¿Merecen los políticos ganar lo que ganan?

26 de octubre de 2015

Albert Rivera es, sin lugar a dudas, el mejor orador de entre todos los líderes políticos del momento. Quedó demostrado el pasado día 18 de octubre, día en que el otrora imbatible Pablo Iglesias mordió cruelmente el polvo en una pintoresca cafetería de barrio en Barcelona.

Tras ser vapuleado en el capítulo económico, Coleta Morada, se aferró a una de las pocas cosas que le quedaban: la retribución de los políticos. Según las normas de Podemos, los representantes públicos tienen limitada su retribución al triple del salario mínimo. Aproximadamente unos 2.000 euros mensuales. Dado que en el partido Naranja no existe esa limitación, Albert Rivera tuvo que explicarse. Según Rivera, ganar entre 3.500 y 4.000 euros mensuales puede parecer mucho, pero es un sueldo razonable para un profesional liberal. Su razonamiento es, aparentemente, impecable: Ciudadanos es un partido que se nutre de profesionales de la sociedad civil y necesita ser competitivo. Sin duda fue convincente. Al día siguiente todos los medios sin excepción daban a Rivera ganador por goleada.

Da la casualidad que, esta semana, la Asamblea de Madrid ha publicado la declaración de bienes e ingresos de todos sus diputados. Así que hemos tenido la ocasión de conocer cuánto gana un diputado regional. Lo primero que hemos hecho es ver la retribución declarada por los diputados que repiten legislatura. Por ejemplo, Alvaro Moraga declara hacer percibido un total de 60.906 euros anuales en concepto de percepciones netas de naturaleza salarial. El resto de diputados de base están también en torno a esta cantidad. Por lo tanto estamos hablando de 14 pagas mensuales de 4.350 euros. Una cantidad bastante más alta de la dicha por Rivera.

Personalmente, creo que 60.000 euros netos al año suponen mucho dinero.  No lo gana un General de nuestras Fuerzas Armadas, que ha sido seleccionado entre los mejores y ha  servido a su país durante 40 años. No los gana un magistrado que tiene la responsabilidad de decidir sobre la libertad de los ciudadanos. Ni investigador del CSIC, ni un catedrático de Universidad, ni un médico de nuestra Sanidad Pública.

No terminó ahí mi curiosidad. Una vez que sabía lo que gana un diputado, surgió en mí el interés en conocer cuánto ganaban los actuales diputados de Ciudadanos antes de ser elegidos para la Asamblea de Madrid.

Pues bien, sólo cuatro de los diecisiete diputados regionales de Ciudadanos superaron los 60.000 euros de ingresos netos de naturaleza salarial. De entre ellos sobresale Dolores González, una destacada profesional del sector de las telecomunicaciones que declara haber ganado más de 90.000 euros anuales.

Además, hay otros tres diputados que ganaron más de 3.000 euros al mes. Entre ellos, el portavoz, Ignacio Aguado. No creo que sea justo decir que estas siete personas han venido a la política a enriquecerse.

Los otros diez diputados de Ciudadanos declaran ingresos salariales inferiores a los 25.000 euros anuales. Para estos diez diputados, ser representantes de los madrileños supondrá ganar más del doble de lo que ganaban en la sociedad civil Alguno de ellos, como el actual senador por designación autonómica, Tomás Marcos, multiplicará sus ingresos por cuatro. O incluso por cinco, porque también sumará las dietas por la asistencia al Senado. Sin duda muchos nos preguntamos porque los políticos son los únicos servidores públicos que cobran dietas por ir a trabajar.

El caso más sorprendente de todos es el del número dos de la lista y coordinador de Ciudadanos Madrid, César Zafra, de 31 años de edad. Zafra dice haber sido hasta la fecha, asociado de un despacho de abogados. Pero no es capaz de justificar ingreso alguno en 2014. ¿Acaso es la política es su primera ocupación remunerada?

Parece que, salvo excepciones, los diputados de Ciudadanos Madrid se alejan mucho del perfil profesional que Albert Rivera nos pretende vender.  En su inmensa mayoría no son profesionales que vienen de la sociedad civil a realizar un servicio público. Mayoritariamente son personas para las que su paso por la política supone un importante progreso económico. Con toda seguridad, se aferraran a su puesto más de lo imaginable. Porque es muy fácil pasar de ganar 1.000 a ganar 4.000 euros, pero es muy duro hacer el camino inverso.

El gran problema de nuestra Nación es que los políticos se han apoderado del país. Mientras los ciudadanos sufrimos recortes, nuestros soldados trabajan en condiciones precarias y nuestra Ciencia es desmantelada, ellos mantienen intactos sus privilegios.

Necesitamos un partido que ponga fin a un despilfarro que es especialmente sangrante en lo que toca a las Comunidades Autónomas. Un partido que se comprometa a terminar con los privilegios de la casta, que reduzca al mínimo indispensable el número de políticos y que ponga coto al dispendio de las Comunidades Autónomas.

Y eso no lo va a hacer Ciudadanos, un partido que, desgraciadamente, ya forma parte de la casta parasitaria que padecemos.

 

 

 

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