«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Licenciada en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo y Máster en Periodismo de Agencia por la Universidad Rey Juan Carlos. Tras casi una década en el Grupo Intereconomía (La Gaceta, Intereconomía TV y Semanario Alba), es ahora jefa de Prensa del Grupo Parlamentario VOX en el Congreso de los Diputados.
Licenciada en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo y Máster en Periodismo de Agencia por la Universidad Rey Juan Carlos. Tras casi una década en el Grupo Intereconomía (La Gaceta, Intereconomía TV y Semanario Alba), es ahora jefa de Prensa del Grupo Parlamentario VOX en el Congreso de los Diputados.

Ministra, ¿qué es una madre?

22 de mayo de 2023

Se habla poco de los magníficos episodios para la posteridad que nos han dejado las ministras, amigas y compañeras Ione Belarra e Irene Montero.

Se habla poco y por eso, con una actualidad centrada —necesaria, pero también tediosamente— en la campaña electoral, aprovecho la columna quincenal de la querida Gaceta para detenerme en los casos prácticos de «dónde vas, manzanas traigo» protagonizados por las titulares de Derechos Sociales e Igualdad. Empecemos por la última, que fue la primera en el tiempo.

Era 8 de marzo. El sol relucía en un muy feminista cielo y la muy feminista mesa de debate del Ministerio de Igualdad marchaba viento en popa. Todo era alegría, pantones morados y lenguaje inclusivo. Todo iba bien hasta que… «ministra, ¿qué es una mujer?». [Chancháaaaaan – música dramática]

«Yo creo que lo importante es que sepamos que las mujeres, por el hecho de ser mujeres, tenemos más posibilidades de sufrir violencia y por eso es importante que hagamos políticas públicas que respeten a todas las mujeres».

Ministra, con todos los respetos… esta respuesta es como la del niño que sale a la tarima sin saberse la lección: Pepito, ¿qué es un embalse? Bueno, un embalse, por el hecho de ser embalse puede estar lleno o vacío. Seco o rebosante2… Pero vamos, que Pepito no distingue un embalse de un pantano, eso lo saben los chinos.

Volvamos al drama de aquel 8M. «Pero, ¿qué es ser mujer?», repregunta —ya hurgando un poquito en la herida, todo hay que decirlo— la espontánea: «Ser mujer es eso; es tener más riesgo de sufrir violencia«. (Estamos aquí a un paso de que nos diga lo de «ser mujer es cuando»).

Pero la ministra llegó donde la malvada espontánea iba desde el principio: «Quizá lo que nos queráis decir es que no puede haber mujeres que tengan pene, pero mi obligación como ministra es respetar los derechos humanos». [Chanchachacháaaaaan]

Así que era eso. La ministra de Igualdad, la mujer que maneja un presupuesto millonario para hacer políticas para la mujer, no es capar de responder a una sencilla pregunta («qué es ser mujer») y, lejos de ver en eso un pequeño, un tonto indicativo de que algo falla, se saca de la manga la siempre socorrida cuestión de los derechos humanos. Eso, y un correcto placaje protocolario para seguir como si nada.

El tiempo pasa rápido en Correctilandia, así que dos días después de aquel batacazo argumental ya nadie se acordaba del suceso.

Las risas volvieron a los ministerios sociales. El sol brillaba de nuevo morado, feminista e inclusivo hasta que, en una fría jornada electoral, la ministra Belarra cayó en las zarpas de una malvada joven. «Ministra, ¿qué es una madre? ¿Sabe usted qué es una madre?«, dijo la muy canalla.

«Sí, algo sé porque tengo dos hijos», respondió Belarra, mano en bolsillo y displicencia en boca para mantener después un incómodo silencio. (Como un «perdone, ¿tiene hora?» al que el interlocutor responde con un «sí»… y nada más. Que no te dice la hora…)

Insiste nuestra amiga «espontánea segunda»: ¿Y qué es?

En este caso (segunda vez, algo habrán aprendido de la primera), los servicios de protocolo son más rápidos y mientras se aproximan a nuestra espontánea la ministra —como decimos, algo habían aprendido— se hace la gallega y repregunta: «Dinos tú, ¿qué es una madre?».

Por inaudible, la respuesta de espontánea segunda no aparecerá en esta columna, pero sabemos con seguridad que no convenció a Belarra, porque le replicó con seriedad: «Todas las mujeres somos mujeres y las mujeres trans también; por lo menos aquí, nada de transfobia, nada de bifobia».

Y a otra cosa mariposa… La ministra de la ley de familias, incapaz de responder qué es una madre.

La verdad, queridas, tirando de RAE, las respuestas eran sencillas:

Mujer: Del latín mulier, persona del sexo femenino. Mujer que ha llegado a la edad adulta. Mujer que tiene las cualidades consideradas femeninas por excelencia. Esposa o pareja femenina habitual, con relación al otro miembro de la pareja.

Madre: Del latín mater, mujer que ha concebido o ha parido uno o más hijos. Mujer en relación con sus hijos. Mujer con cualidades atribuidas a una madre, especialmente su carácter protector y afectivo. Mujer que ejerce de madre. Animal hembra que ha concebido o ha parido una o más crías…

Y así algunas acepciones más —aunque seguramente ninguna del agrado del Podemos state of mind—.

Dos cosas al respecto. La primera, que quien no vea las lagunas a este plan delirante que nos quieren colocar Belarra-Montero Montero-Belarra se lo acabará mereciendo por tonto. La segunda, que a esas definiciones de la RAE, salvo atrincheramiento heroico de sus académicos, le quedan dos telediarios.

Fondo newsletter